Hay varia tradiciones que la realeza británica debe seguir en sus bodas para no ocasionar la furia de sus ancestros.
No besarse en la iglesia y otras reglas que la familia real debe obedecer en sus bodas
Por:Alberto Lazo
O la reina.
Las bodas reales siempre parecen un cuento de hadas, para no ir muy lejos tenemos la unión entre Kate Middleton y el príncipe William, así como la de su hermano con Meghan Markle.
Dos eventos de la era contemporánea que seguramente se incluirán en los libros de historia y que se compartirán a las próximas generaciones.
Casi de la misma manera se comparten ciertas reglas y costumbres que la realeza debe seguir al pie de la letra cuando se trata de celebrar una boda y aquí te presentamos 10 de las más comunes.
El blanco reglamentario
Por supuesto que en varias ceremonias alrededor del mundo se utilizan vestidos de diferentes colores, pero la realeza tiene que usar blanco y la tradición comenzó con la reina Victoria.
Cuando la monarca se casó con el príncipe Alberto en 1840, se eligió un vestido blanco para que destacara entre la multitud y desde entonces se sigue esa costumbre.
La longitud del vestido
No hay reglas en cuanto al tren o la longitud del velo, pero sí con las mangas.
Con el fin de mantener cierto nivel de modestia y no mostrar demasiada piel, las mangas de los vestidos reales siempre se han llevado largas.
Y pueden ser tan dramáticas como las de la princesa Diana al casarse con el príncipe Carlos, románticas como las de Kate o sencillas como Meghan.
Los hombros y el escote
Otra limitante es en cuanto a llevar mucho o escote alguno así como enseñar mucho los hombros, que la mayoría de las novias cumplen sin ningún problema.
Pero en cuanto a la más reciente boda real, Meghan cedió ante el escote pero al parecer no le importó mostrar los hombros.
No todo es posible en la vida...
Y el toque final del atuendo: la tiara
Para muchos no hay vestido de novia que esté completo sin el velo y para la realeza funciona de igual manera con la tiara o pequeña corona.
Esta tradición sin duda complementa toda la situación que las convierte de plebeyas a princesas (o duquesas, pues).
Demostrar el honor militar
Si bien las mujeres deben llevar un impecable vestido blanco con diferentes adornos y motivos, los hombres por su parte suelen llevar el uniforme de la institución a la que sirvieron en algún momento.
Esto debido a que se acostumbra que todos los hombres de la realeza que ostentan un alto cargo cumplan con el debido servicio militar en pro de su nación.
Debido a esta formación, es muy común que prefieran llevar su uniforme el día de su boda por encima de algún otro atuendo.
El pastel de la fiesta: postre de regalo
Hasta antes de las bodas de William con Kate y Harry con Meghan, se acostumbraba mostrar un pastel de frutas. Sí, mostrar: no se servía durante la fiesta, sino que se enviaba a los invitados como recuerdo.
Para su boda, William ordenó además un pastel de galletas y chocolate, por la preferencia de la reina Isabel por el chocolate.
En cuanto a Meghan y Harry, su ceremonia no tuvo el tradicional pastel de frutas: lo cambiaron por uno de flores de saúco y limón.
Compartir el día con todos: por medio de la televisión
Las bodas reales comenzaron a televisarse a partir de la ceremonia entre la reina Margarita y Antony Armstrong-Jones.
El evento llegó a una audiencia mundial de 300 millones de personas y posteriormente llegaron las tranmisiones de las bodas de:
- La princesa Anna y el capitán Mark Phillips.
- El príncipe Carlos y Diana de Gales.
- También se transmitió su boda con Camila Parker-Bowles.
- El príncipe Andrés y Sarah Ferguson.
- El príncipe Eduardo y la condesa de Wessex.
- El príncipe William y Kate Middleton.
- El príncipe Harry y Meghan Markle.
- La princesa Eugenia y Jack Brooksbank.
Los anillos deben ser del mejor material
Los anillos de bodas para las novias siempre se realizaron con oro galés de la mina Clogau St David's en Bontu.
El ramo de mirto
La reina Victoria también comenzó la tradición de llevar al menos un poco de mirto en el ramo de novia para la ceremonia, ya que simbolizan amor, fertilidad e inocencia.
La costumbre se respetó incluso para las bodas más modernas, como las de las duquesas Kate Middleton y Meghan Markle.
Ambos ramos se hicieron en la Osborne House, casa de verano de la reina Victoria.
¡Sin besos!
La tradición dicta que en un lugares tan «sagrados» como la abadía de Westminster no se permite el contacto entre los novios.
Por tal razón, las parejas muestra su afecto hasta después que dejan las iglesias.
Algunas están muy extremas, ¿no?
Con información de Vanity Fair y CBS.
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