Las supersticiones viven porque se transmitieron de generación en generación. Incluso hoy, que hay evidencia directa de que los hechos superan a las creencias, probablemente haya muy pocas personas que categóricamente puedan negar que, al menos en secreto, albergan una ligera creencia en una o dos supersticiones.
¡Misterio revelado! Conocé el origen de las supersticiones más conocidas

Pero, ¿alguna vez se te ocurrió pensar de dónde surgieron estas creencias? Nosotras nos lo estuvimos preguntando así que nos pusimos a investigar. Enterate en este artículo de cómo surgieron las supersticiones más conocidas.

#6 El número 13
En la antigüedad el número 13 era considerado como buena fortuna. Los egipcios creían en 12 etapas de la vida hacia la iluminación espiritual, y la etapa siguiente era el más allá eterno. En este sentido, la muerte no era un lugar de miedo, sino un lugar de gran respeto por la vida futura. Entonces, ¿ por qué se dice que el 13 es de mala suerte? Una de las teorías acerca de por qué existe una creencia negativa sobre el número 13 es que Judas, el apóstol que traicionó a Jesús, fue la 13° persona en sentarse en la última cena.

#5 Derramar la sal
Hubo un tiempo en que la sal era un producto comercial extremadamente caro, y derramarlo se consideraba un desperdicio. Dicen que esta presión social es la que le podría haber traído miedo a la persona que la derramaba en esa época. Además, hay otra conexión más religiosa entre aquel al que se le cae la sal y la mala suerte porque Judas es representado como la persona que derrama la sal en la pintura "La última cena" de Da Vinci.

#4 Los gatos negros
Durante la Edad Media los gatos negros eran vistos como demonios malignos y compañeros de las brujas. Se creía entonces que si un gato negro se cruzaba en tu camino bloquearía tu conexión con Dios y la entrada al cielo. La paranoia que rodea a esta superstición causó el asesinato de una gran cantidad de gatos negros, así como el grave castigo a cualquier persona que se hiciera cargo de ellos.

#3 Romper un espejo
La superstición de romper un espejo existe mucho antes de que los espejos de metal o vidrio en realidad se inventaran. Ya desde antes se observaban los reflejos en los ríos, estanques, piscinas o cuencos, y si el reflejo parecía distorsionado, se creía que el desastre podría golpear tu puerta.
Casi universalmente, esta superstición incluye que la mala suerte duraría siete años. El origen de esta creencia deriva de una interpretación a principios de la época romana de que el cuerpo de cada persona experimenta una regeneración física cada siete años. Un espejo roto significaba una ruptura en la salud y el bienestar de la persona, lo cual se remonta a la teoría de que el espejo es el reflejo del alma.

#2 Abrir un paraguas bajo techo
El origen de esta superstición se remonta a los primeros egipcios. En aquel entonces, los paraguas protegían a las personas -sobre todo a la nobleza o líderes religiosos- del calor del sol (no de la lluvia) y de los supuestos espíritus que podrían hacerles daño.
Otra teoría es que la creencia de que hay mala suerte por abrir un paraguas bajo techo se generó en el siglo XVIII en Londres, momento en que aparecieron los paraguas con radios metálicos. Estos paraguas eran torpes para abrir y extremadamente grandes en tamaño, lo que podía causar lesiones a las personas o romper objetos si se abrían dentro de una casa o en un espacio pequeño. Esto podía provocar ira entre familiares o amigos, algo que se consideraba de mala suerte o algo que al menos había que evitar.

#1 Caminar bajo una escalera
La superstición asociada a caminar debajo de una escalera se remonta a la época medieval, en la que la escalera simbolizaba el camino a la horca. Cuando alguien caminaba debajo de una escalera, se creía que iba a enfrentar sin dudas su propia muerte. Y porque la gente se subía a los peldaños superiores de la escalera, se pensaba que sus espíritus residían dentro del triángulo que se formaba por la escalera inclinada.
¿Te sorprendió conocer el origen de las supersticiones? ¿Ya conocías alguna? Contanos, ¿te considerás una persona supersticiosa?









