Lo que siempre te preguntaste: ¿Cuáles son las películas, bandas y libros favoritos de Donald Trump?

Antes de ser un político con verdaderas aspiraciones y respaldo popular, es decir antes de convertirse en el presidente de los Estados Unidos y en una figura bastante siniestra, Donald Trump era visto como una suerte de simpático millonario excéntrico orgulloso de su fortuna, un verdadero amante de las cámaras, que comenzó a aparecer ocasionalmente en series y películas interpretando a un simpático millonario excéntrico orgulloso de su fortuna, y eventualmente se abrió camino en el mundo del entretenimiento hasta tener sus propios programas y llegar a presentar su propio reality show The Apprentice, donde los participantes aspiraban a aprender los secretos para convertirse en un simpático millonario excéntrico orgulloso de su fortuna.

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La relación de Donald Trump con la cultura popular y su estatus de celebridad preceden su figura de político de derecha, así que el presidente naranja se ha referido antes en varias oportunidades a sus gustos en lo que respecta al cine, la TV, la música y hasta la literatura (!).

Business Insider ha documentado algunos de estos gustos y preferencias de Donald Trump, y lo que ha dicho de ellos:

Películas favoritas

Citizen Kane

Una película sobre un excéntrico millonario de Nueva York, megalómano y sin escrúpulos, que ostenta su fortuna con una palaciega mansión llena de lujos y excesos a la que ha adornado con un enorme letrero de su apellido (o la inicial) y que, hambriento de poder, hace su salto a la política.

Básicamente podría ser la película biográfica de Trump, sino fuera porque se estrenó 5 años antes de que naciera y porque, a diferencia de él, Charles Foster Kane perdió las elecciones tras un escándalo sobre su vida privada.

Para alguien tan afecto a sí mismo como Trump, no es extraño que esta sea su película favorita.

Lo curioso es lo que dijo sobre Citizen Kane:

“Creo que en la película aprendes que tal vez la riqueza no lo es todo” consideró Trump, “porque él tenía la riqueza pero no tenía felicidad”.

¿Se está describiendo a sí mismo?

Bloodsport

Pero yendo a gustos no tan refinados, Donald también ha manifestado su fanatismo por Bloodsport, la clásica película de artes marciales que lanzó a Jean-Claude Van Damme a la fama.

En una entrevista con New Yorker, dijo que le gustaba mirar esta película durante los viajes en su jet privado, diciendo que era una vieja favorita, “una película increíble, fantástica”.

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The Good, The Bad and the Ugly

El clásico spaghetti western de Sergio Leone, según reporta BBC, es otra de las películas favoritas de Donald Trump.

No es difícil imaginarlo como un ferviente admirador del Hombre sin Nombre de Clint Eastwood, el forajido recio, callado y sin sentimientos, al que sólo le interesa el dinero de las recompensas.

“Los personajes están muy bien desarrollados” le dijo Trump a Movieline, “y a veces me recuerdan a otros con los que he tenido que lidiar en tantos años como empresario”.

Naturalmente, para Trump negociar con otros empresarios es casi igual a medirse a duelo con los más rápidos del Oeste.

El Padrino y Goodfellas

Imagen Paramount Pictures

Y las historias de gángsters también le apasionan a Trump, especialmente por su aspecto de “negocios”.

En efecto, en la elección de sus películas favoritas dijo que Goodfellas, de Martin Scorsese, le había impresionado por la intensidad de la historia y por “cómo manejan su negocio”.

Sobre El Padrino dijo que era “uno de los grandes clásicos, al igual que El Padrino II”, y que lo había atrapado especialmente el aspecto familiar, “así como sus negocios y su historia”.

Lo que el viento se llevó

Imagen MGM

Es una elección un tanto inesperada, ya que la película es famosa por su romance central, pero cabe recordar que esta historia está situada con la Guerra de Secesión y la consiguiente reconstrucción como telón de fondo, aspectos que han hecho que sea considerada una glorificación de la esclavitud y una perpetuación de estereotipos sobre los negros.

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Sobre ella, curiosamente Trump dijo que se había “sostenido en el tiempo” y que era una historia de amor combinada con un retrato de una época del país que “fue crucial para nuestra evolución”.

TV

Saturday Night Live

Durante su campaña presidencial, la revista People le preguntó cuál era su “placer culposo” de la TV.

Trump dijo que Saturday Night Live, pero con una salvedad: “ Saturday Night Live cuando estoy yo”.

De hecho, Trump había sido por segunda vez conductor de SNL en 2015, una decisión que le valió muchas críticas a NBC y los responsables del programa, por seguir tratando como chiste o como divertida celebridad a alguien que prometía convertirse en una verdadera amenaza.

Trump se jactó:

“El programa [que conduje] tuvo excelentes ratings. Los mejores en años. Fue un tremendo éxito. Me gustó hacerlo. Tuvo un 50% más de audiencia del programa de Hillary. Me hace sentir orgulloso”

Obviamente, ahora que es presidente y que SNL lo ha convertido en el blanco principal de las críticas y las sátiras, su relación con el programa ha cambiado por completo, y a través de Twitter se ha dedicado sostenidamente a hablar de lo malo y poco gracioso que es.

Música

Neil Young

Trump presenció un concierto de Crosby, Stills, Nash & Young en 2006, tras el que declaró a Rolling Stone:

“Neil Young tiene algo especial, he escuchado su música por años... su voz es perfecta e inolvidable”.

Sin embargo, esta admiración no es recíproca, como se puede esperar.

Durante la campaña presidencial de Trump, Neil Young le prohibió el uso de su canción "Rockin’ in the Free World", que había sonado en los parlantes de sus actos.

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The Rolling Stones

De acuerdo al New Yorker, Donald Trump fue personalmente responsable de la elección de canciones que sonaban durante sus actos políticos, y entre ellas se encuentran varias de sus majestades satánicas, incluyendo “Sympathy for the Devil”, “You Can’t Always Get What You Want” y “Brown Sugar”.

Un hecho curioso sucedió durante la ceremonia de su investidura como presidente.

Al llegar al acto, junto a Melania Trump, la canción de los Rolling Stones que sonó lleva el sugerente título de “Heart of Stone” (“Corazón de Piedra”), que además comienza con las siguientes líneas: “He conocido tantas chicas/ a muchas de ellas las he hecho llorar/ y todavía me pregunto por qué”.

Peggy Lee

Otra elección un tanto sorprendente.

No sabemos si toda la obra de Peggy Lee lo conmueve, pero en particular, Donald Trump reveló que su canción favorita de todos los tiempos es “Is That All There Is?”, un éxito de fines de los 60 de la cantante.

Aparentemente, Trump se siente muy identificado con la letra de la canción, con esa parte que dice “¿Esto es todo lo que hay? Si esto es todo lo que hay, entonces sigamos bailando, saquemos las bebidas y que empiece la diversión, si esto es todo lo que hay”

Así interpretó Donald la canción:

“Es una gran canción porque yo he tenido un enorme éxito y después otro. Entonces uno se pregunta ‘¿esto es todo lo que hay?’”

Libros

Si uno hace caso a sus más inevitables prejuicios, puede imaginar que Donald Trump no tiene una relación muy cercana con la literatura. No parece ser la clase de persona que se detenga a deleitarse con la última novela de, pongamos por caso, Haruki Murakami.

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Pero alguna vez los prejuicios son acertados.

Este es un fragmento de una entrevista a Donald Trump realizada hace algunas semanas por Axios, en su oficina de la Trump Tower:

Periodista: —¿Qué libros tiene sobre su mesa de noche? Trump: —Bueno, puedes ver algunos allí. Aquí hay uno... Periodista: —¿Ese deberíamos leerlo? Trump: —Yo no lo leería. Periodista: —(Risas) Trump: —Quiero decir... depende si te resulta interesante. Aquí hay otro. Este es muy bueno. Periodista: —¿Hay alguno que realmente le gustaría recomendar? Trump: —Me gustan muchos libros. Me gusta leer libros. No tengo tiempo para leer mucho en lo que respecta a libros, pero me gusta leerlos. Este es uno que acaba de ser publicado. CNN. Un libro de CNN que acaba de salir. Me dijeron que le está yendo bien. Periodista: —¿Está promocionando a CNN? Trump: —No, pero justo me acaban de enviar estos dos libros. Recién los recibí. Son dos libros buenos, éste y éste.

El primer libro al que se refiere (“Yo no lo leería”) es “Adams vs. Jefferson” de John Ferling, una crónica sobre las tumultuosas elecciones estadounidenses de 1800.

El libro de CNN es uno titulado “Unprecedent: The Election that Changed Everything” (“Inédito: la elección que cambió todo”) que habla sobre las elecciones recientes y tiene al propio Trump en la portada.

Pero hay libros que Trump sí ha recomendado efusivamente en Twitter.

Por ejemplo, The Art of the Deal, de 1987. ¿El autor? Donald Trump.

En realidad la autoría del libro, básicamente una mezcla de su biografía con consejos empresariales, es de un escritor fantasma, el periodista Tony Schwartz, que más tarde se arrepintió de haber trabajado para Trump y durante la pasada campaña incluso cuestionó su salud mental.

Donald Trump ha dicho que The Art of the Deal es su segundo libro favorito, por detrás de la Biblia. Es sabido que la Biblia es el libro favorito de gente que no lee (otra) ficción.

Hay sin embargo un libro de literatura propiamente dicha que Trump reveló como su novela favorita: se trata de All Quiet on the Western Front ( Sin novedad en el frente) de Erich Maria Remarque (un ex combatiente en la Primera Guerra Mundial), una obra antibélica que describe los horrores de la guerra, las extremas condiciones físicas y mentales que sufrían los soldados, narrado desde el punto de vista de uno de ellos. Un libro que fue quemado en la hoguera por los nazis.

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Tal vez con todo esto de la presidencia, Donald Trump ya no tenga tiempo para dedicarse a ver películas o TV, aunque probablemente se hará de éste para ver aquellas que lo tengan como protagonista, probablemente obras satíricas o apocalípticas.