Las monjas también son personas: ¿qué opinan monjas reales de la película La monja?

Los reportes de taquilla comprueban que La monja ha llegado para extender el éxito del Universo Conjuring y certificar la atracción que estas historias de demonios y exorcismos ejercen sobre el público fanático del cine de horror.

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Pero a diferencia de las anteriores películas de la franquicia, La Monja cuenta entre su audiencia a personas que mantienen una relación muy estrecha con la trama y la temática del film: monjas reales, que pueden brindar una interpretación mucho más certera e informada de lo que muestra la película dirigida por Corin Hardy y producida por James Wan (los intentos de recabar opiniones de muñecas de trapo sobre el film Annabelle no han sido fructíferos).

Personas que, para empezar, después de ver la película tienen que volver a un convento en el que, de repente, la familiaridad con esas viejas paredes y habitaciones aparece amenazante.

«No nos percatamos con anticipación de ese detalle» dijo la Hermana Nicole, una de las monjas consultadas por Syfy Wire que fue a ver la película acompañada por otra Hermana de su convento y al regresar descubrieron que las sombras del lugar en el que viven resultaban levemente espeluznantes.

Errores en los detalles

La monja narra la historia del Padre Burke ( Demián Bichir) y la joven novicia Hermana Irene ( Taissa Farmiga), una dupla enviada por el Vaticano a investigar la misteriosa muerte de dos Hermanas ocurrida en el monasterio de Cârta en Rumania. El título de la película hace referencia a la forma que adopta el poderoso demonio Valak, que luce definitivamente aterrador.

Imagen Warner Bros.

La Hermana Nicole asegura ser fan del cine de terror y dice que casi ninguna de las otras monjas de su convento quisieron ir a ver la película, excepto por Rhonda, quien se dejó convencer, en parte porque también sus estudiantes le insisteron.

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Nicole disfrutó de la película, pero dijo que no tenía comparación con la primera The Conjuring.

Rhonda admitió que al principio estaba nerviosa, dado que no acostumbra ver películas de horror, pero que la experiencia no fue del todo desagradable.

La tercera entrevistada, la Hermana María, también se autoproclama fan del cine de terror y dice haber visto muchas películas del género, casi siempre sola en el cine, ya que «ninguna Hermana en mi comunidad ni mis amigos quieren acompañarme».

María fue la que menos disfrutó de la película, y consideró que la acumulación de imprecisiones en varios detalles es «ofensiva».

Las monjas elogiaron el hecho de que el personaje de la Hermana Irene sea tan importante para la historia y que se mantenga fiel a su fe pese a las «tentaciones». También destacaron la fidelidad con que se reproducen en la película las plegarias en latín y el heroísmo de las monjas y Hermanas determinadas a proteger el mundo del mal.

«Las monjas somos personas» enfatizaron, puntualizando que muchas de las historias de Hollywood que involucran a las monjas son «fantasías muy poco realistas». Raramente las monjas son aterradoras entidades que quieren arrastrar inocentes al infierno.

Las principales críticas de las monjas a la película se vinculan a detalles como el uso de la palabra «novicia» y otros vinculados al funcionamiento de la institución y la formación de las monjas.

Pero también resaltaron que era completamente improbable que a comienzos de la década del 50 una joven monja viaje sola fuera de su convento con un sacerdote. Debería haber ido acompañada de otra Hermana del convento.

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Después está el hecho de que en la abadía las monjas están orando todo el tiempo por turnos para mantener el mal a raya. Según las monjas, aquí hay un error ya que el santuario en el que rezan no tiene huésped, es como si le estuvieran rezando a la nada.

Por otra parte, si este evento sucediera realmente, Valak no podría revelarse en la abadía, «porque el Señor está presente».

Por último, pareciera que la película se toma algunas licencias para retratar esta especie de comisión «evaluadora de milagros». Si bien hay en la Iglesia Católica representantes que se ocupan de determinar si ciertos eventos sobrenaturales son creíbles o no, lejos está de ser una organización secreta que se reúne en oscuras habitaciones para determinarlo.

«A Hollywood realmente le gusta exagerar» dice la Hermana María, asegurando que son muy escasas las experiencias sobrenaturales que han conocido.

El sitio National Catholic Reporter por su parte publicó una reseña más tradicional escrita por la monja Sr. Rose Pacatte, que comienza destacando los dos aspectos teológicos de la película que son fielmente reproducidos: que el diablo existe (ay!) y que María, Madre de Dios, nos mostrará el camino.

Sin embargo, describe a la película como un festival de sustos con una trama muy floja, personajes unidimensionales y una premisa que demuestra poca familiaridad con el verdadero catolicismo.

Es una perspectiva interesante la de las monjas sobre la película.

Ahora me gustaría conocer la opinión de los payasos sobre It.

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