Las 7 formas en que los gatos ponen a prueba nuestra paciencia

Por tenían alguna duda, aquí en Batanga amamos los gatos. ¿Cómo no hacerlo? Si son pequeñas bolitas de ternura, juguetones y muy inteligentes. En nuestro diccionario, «felicidad» es acariciar el estómago de un gato ronroneante.

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Pero… Quienes tenemos gatos sabemos que a veces esa ternura puede verse opacada por su capacidad de volvernos locos. Estos son los momentos en que fantaseamos con que entren en una caja para mandarlos a Abu Dabi:

1. Cuando piden para salir y… No, mejor no

— ¿Me abres?
— Deja, cambié de opinión.
— ¿Por qué no me abres?
— No, estoy bien aquí.
— ¡¡Ábreme!!
— Ok, no.

Should I Stay or Should I Go habla en realidad de lo que sucede en la mente de un gato

2. Cuando demandan comida aunque el tarro claramente está lleno

Cuanto más huela el pescado, más les gustará, pero la comida del gato no puede haber estado afuera por más de 5 minutos porque ya no la tocarán. ¡Y ni hablemos de la comida que queda en el borde del tarro!

3. Cuando se apropian de nuestras computadoras

¿Te levantaste a tomar un café? Ya sabes lo que dicen: «el que fue a Sevilla perdió su computadora».
¡No la toques!

4. Cuando exploran la teoría de la gravedad con nuestras pertenencias

Es sabido que los gatos son curiosos por naturaleza y el estudio de la ley de la gravedad parece ser una de las tareas que los mantienen más ocupados.

«¿Qué pasa si tiro esto? ¿Y esto? ¿Aquello también se cae? ¡Qué interesante!»

5. Cuando deciden repentinamente que la sesión de caricias ha terminado

Nada más tentador que acariciar a un tierno gatito. Lamentablemente, ellos no siempre piensan lo mismo. A veces rechazan las caricias apenas te acercas, a veces cambian de opinión repentinamente y sin aviso. Lo que es seguro es que te lo harán notar.

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6. Cuando buscan formas alternativas de entretenimiento

El papel higiénico, los ovillos de lana, las medias recién lavadas, todo puede ser un juguete. Para los gatos, el mundo es un gran parque de diversiones y cuánto más desorden puedan causar, más entretenidos están.

7. Cuando deciden redecorar tu casa

«Ese color no combinaba con las paredes, mejor prueba con una cortina color marfil».

Los gatos tienen un ojo artístico muy refinado y les encanta expresarse con patrones abstractos de rasgaduras en todo tipo de mueble y cortina.

Pero, en realidad, no podemos mantenernos enfadados mucho tiempo

¡Míralos!

¿Cómo no los vamos a querer?