La odisea que pasó este corredor de maratón para ganar la cerrera de Berlín es una invitación a perseverar

Puede que las carreras de maratón no sean tan entretenidas como un buen partido de fútbol o baloncesto. También es probable que el nombre Eliud Kipchoge no te diga mucho. Pero lo que este corredor keniano atravesó para ganar la carrera de maratón de Berlín fue una verdadera odisea, y no me refiero específicamente a la guerra psicológica contra la fatiga.

En los deportes, como en la vida en general, la magia yace en las sorpresas que pueden suceder en el próximo minuto, como lo que le ocurrió a este bicampeón olímpico. Resulta que a pocos minutos de comenzar la carrera la plantilla del zapato izquierdo de Kipchoge comienza a salirse del zapato por la parte del empeine interno.

Parar y arreglar el calzado no era una opción para él si quería mantenerse con chance de ganar una carrera que ya venía liderando. Pero jamás pensó que semejantes condiciones solo podían empeorar. Rato más tarde la plantilla del otro zapato también comenzó a salirse, esta vez por el empeine externo.

Las piezas fuera de lugar se convirtieron en una verdadera tortura para Kipchoge durante las próximas dos horas. Esto no solo le impidió romper el récord mundial sino también puso a prueba su resistencia al dolor. “No fue fácil. tengo ampollas en el pie izquierdo y mi dedo gordo está cortado con un montón de sangre,” dijo después de la carrera.

¿Qué dice Nike?

Los mejores corren con los mejores zapatos. Pero incluso los mejores zapatos pueden tener sus fallas. Nike básicamente estaba probando el nuevo prototipo de carreras con Kipchoge sin saber que el modelo tenía defectos. “Como en cualquier prototipo los elementos a veces no funcionan. en este caso la plantilla no funcionó. Como en todas las innovaciones aprenderemos rápido de los errores,” declaró el portavoz de Nike T.J. Crawford.

Lo que resulta sorprendente en este caso es que Nike deje correr en un evento oficial importante a uno de sus patrocinados de más calibre en el atletismo con un zapato que no está completamente probado, esto pudo ser un factor determinante para que Kipchoge no pudiera romper el récord mundial.

Sin embargo el atleta supo sobreponerse al dolor y ganar la carrera implantando su mejor marca personal hasta el momento. “Me dolía el pie. Pero: ¿qué podía hacer? Tenía que terminar la carrera.

Después de oír historias como estas me siento como si no tuviera escusa alguna para esquivar los 20 minutos de trote que hago dos o tres veces por semana. ¿Y tú?

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De hecho la odisea de Kipchoge en Berlín ya está desencadenando una marea de simpatía en las redes sociales. Mira lo que muchos seguidores están hacienda como reconocimiento al esfuerzo del campeón.

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