Comencemos por el principio, existe una teoría, llamada Seis grados de separación (o Six degrees of separation, que dice que todos y cada uno de nosotros tenemos una conexión con cualquier otra persona en el mundo por medio de seis o menos personas que conocemos.
Facebook dice que no nos separan 6 grados, sino 3 y medio

La teoría es súper popular y llegó un tiempo en que fue tan aceptada que hasta salió una película con Will Smith. Hay grupos en las redes sociales y páginas web dedicadas a estudiar esta teoría.
Es decir, para ponerlo simple, la teoría de los seis grados de separación dice que solo necesitas a seis personas de las que has conocido en toda tu vida para conectarte con, digamos, Angelina Jolie.
Aquí está el trailer del programa de TV que estudia la teoría de los seis grados.
Unos estudiantes universitarios crearon en 1994 un juego, Kevin Bacon is the Center of the Universe, basado en la teoría de seis grados de separación. Que consistía en conectar al actor de Footloose con cualquier otro actor por medio de las conexiones con otros actores, es decir con sus coestrellas. Todavía puedes jugar en The Oracle of Bacon, haz la prueba.
Hasta aquí todo bien. Pero ahora Facebook asegura que eso de seis grados es obsoleto y excesivo. Porque resulta que con tan sólo tres grados y medio es suficiente para conectarte con cualquier otra persona.
Esto, claro, es principalmente gracias al desarrollo de la globalización de las tecnologías y las redes sociales.
Debido al acceso que Facebook tiene a los datos de sus miles de millones de usuarios y sus conexiones, la compañía lanzó una campaña para corroborar la escurridiza teoría de los seis grados. Para esto crearon un algoritmo y el resultado fue todavía más impresionante de lo esperado, porque esos seis grados de los que se ha venido hablando desde hace un siglo, son casi el doble de más de los que en realidad nos conectan con otros.
Por ejemplo, Mark Zuckerberg está a 3.17 grados de separación de todos los otros usuarios de Facebook.
Por supuesto que este experimento y su fabuloso resultado no es irrefutable. Porque hay que considerar que, con todo y sus 1.6 billones de usuarios, no todas las personas del mundo tienen cuenta en Facebook, de hecho, no todas las personas del mundo tienen acceso a internet.
Por lo tanto hay que pensar que la clase social, la raza y otros factores pueden ser determinantes en las conexiones que tenemos en nuestras vidas.
Además, es una buena razón para pensar mejor cómo tratamos a las personas. Teniendo en cuenta que las relaciones que tenemos en nuestras vidas, por más insignificantes que sean, queda demostrado tienen tal impacto en nuestras conexiones, sería bueno pensarlo dos veces antes de tener una mala actitud con otros. Seamos amables, seamos educados. Una sonrisa, unas gracias y unos buenos días no cuestan nada.









