Al igual que en el mundo existen tatuajes que no deberían ser concebidos y momentos que no son lo suficiente apropiados para tatuarse un diseño, también encontramos situaciones o momentos que piden a gritos un tatuaje. Ya sea por homenaje, calidad de la experiencia o simbolismo, estos 5 momentos de la vida que merecen un tatuaje evocan las intenciones más tiernas y, también, vitalistas.
Estos son los 5 momentos de la vida que merecen un tatuaje


El viaje de tu vida
Viajar siempre nos ayuda a abrir la mente y, en ocasiones, puede incluso cambiarnos la vida. Es por ello que no es de extrañar que durante nuestra última semana en India o tras unas vacaciones en Sudáfrica, la idea de tatuarnos un proverbio en ese idioma, un icono local o el mítico Wanderlust que todo buen viajero debería tatuarse se conviertan en ideas recurrentes a la hora de llevar ese lugar siempre con nosotros. O, quizás, sea el momento de inaugurar tu particular mapa sobre la piel.

La superación de una enfermedad
Las cicatrices emocionales y físicas son marcas de nuestra vida, y un tatuaje puede convertirse en una genial idea para simbolizar el triunfo sobre una enfermedad, tanto por nuestra parte como por la de algún ser querido. Lazos rosas, cometas, una paloma . . .cualquier símbolo de superación será bueno para representar tu particular victoria.

Un tiempo lejos de casa
Al igual que los viajes, unos meses o años en el extranjero como parte de ese programa estudiantil o por trabajo nos ayudan a valorar algo más nuestro hogar, a nuestra familia y, también, el país que dejamos atrás. Tatuarse algún símbolo que haga alusión a nuestra infancia, un símbolo cultural importante del país o, incluso, algún motivo relacionado con una enseñanza que hemos aprendido en el extranjero pueden ser algunas ideas.

La muerte de un ser querido
Aunque resulte algo triste que una persona merezca un homenaje cuando ha fallecido, muchos lo conciben un gesto tierno, rigoroso y muy personal. Tatuarse un motivo que te recuerde a tu abuelo, a tu madre o a ese amigo del alma que se fue para no volver pueden inspirar numerosos simbolismos: una máquina de coser, un sombrero, una bicicleta, etc, etc...

Cualquier momento a partir de los 30 años
Sea cual sea el diseño del tatuaje que elijamos, hacerlo a partir de los 30 es garantía de seguridad. No es que tengamos nada en contra de tatuarse a los 18 o los 25, pero sí es cierto que la vida fluye mucho más rápido a esas edades de diferentes ideologías y experiencias que moldean nuestro paso a una madurez desde la que podemos permitirnos mirar atrás y elegir el tatuaje que mejor nos defina.
- Podría interesarte: Los tatuajes más feos que has visto.
Estos 5 momentos de la vida que merecen un tatuaje se remontan a esas situaciones en las que la idea de tatuarnos resulta efectiva e incluso necesaria. Además, seguro que tras tatuarnos ese diseño como homenaje, recuerdo o simbolismo no nos arrepentiremos pues, al igual que las experiencias, los tatuajes son cicatrices en el mejor sentido de la palabra.
¿Qué momento elegiste tú para tatuarte?









