El cuerpo del monje Fu Hou, fallecido en 2012, fue momificado y colocado dentro de una urna en un templo de Quanzhou, China. Cuando, en enero del 2016, dicha urna fue abierta, se constató que su cuerpo estaba prácticamente intacto y que la deterioración había sido mínima.
El cuerpo momificado de un monje budista se convierte en una impresionante estatua de oro

Para algunos budistas, esto era signo de su inquebrantable virtud. Tratándose de un monje particularmente apreciado y admirado, se decidió convertir sus restos en una estatua de oro.
Para esto, el cuerpo fue lavado con alcohol y cubierto por gasa, laca y finas láminas de oro. Para los monjes de su templo, que llevaron a cabo el ritual, se trata de una manera muy especial de honrar a un monje y a su devoción a la fé budista, ya que sus restos podrán servir de inspiración para otros creyentes.
Fu Hou había comenzado a practicar el budismo a los 13 años. Fallecido a los 94 años, dedicó toda su vida a la religión. Según los monjes de su templo, era un hombre discreto y callado, con una ferviente fé. Se dice que su contacto con el mundo exterior era muy limitado y que estaba lleno de compasión.
De cierta manera, el monje Fu Hou vivirá para siempre...
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