Dos parisinos cuentan cómo sobrevivieron a la tragedia de los atentados terroristas

Los brutales atentados del 13 de noviembre tiñeron de sangre las calles de París: una noche de viernes en un restorán, en un concierto o un estadio jamás nos prepara para la tragedia y el terror. Más de 120 personas perdieron sus vidas, sin ninguna provocación, indefensos frente a la balacera de hombres que tiraban al público, para matar.

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Isobel Bowdery y su novio Amaury Baudoin sobrevivieron a la toma de rehenes que por más de un hora desató el infierno en la sala Le Bataclan donde habían ido a ver a los Eagles of Death Metal. Compartieron sus historias en Facebook y pronto se hicieron virales. Ella simuló que estaba muerta por más de una hora para que no la atacaran y él se refugió en el baño. Describen de forma emocionante lo que vieron, sintieron, distintos gestos de gratitud de gente desconocida, y finalmente, dolor mezclado con esperanza. Te lo traducimos a continuación.

Isobel Bowdery escribe:

“Nunca piensas que te va a pasar. Era un viernes de noche en un concierto de rock. Estábamos todos felices, sonriendo y bailando. Cuando los hombres entraron por la puerta principal y comenzaron a disparar, ingenuamente pensamos que era parte del concierto. No fue solo un ataque terrorista, fue una masacre. Le dispararon a docenas de personas enfrente a mí. Charcos de sangre en el suelo. Gritos de hombres que sostenían los cuerpos de sus novias. Futuros demolidos, familias en duelo, en un instante. Sola y en shock, me hice pasar por muerta por más de una hora, en el piso, entre la gente. Contuve la respiración e intenté no moverme, no llorar, no mostrar el miedo que esos hombres esperaban en mí. Fui muy afortunada, sobreviví. Muchos no lo hicieron. Gente que estaba ahí por la misma razón que yo, para divertirse un viernes de noche, todos inocentes. Este mundo es cruel. La imagen de esos hombres como buitres a nuestro alrededor no la olvidaré jamás. Su puntería era meticulosa, no tenían ninguna consideración por nuestra vida. No se sentía real. Esperaba que en cualquier momento alguien me dijera que era una pesadilla. Pero sobrevivir a este horror me permite contar acerca de los héroes. El hombre que me contuvo y puso su vida en riesgo, cubriéndome la cabeza, la pareja cuyas últimas palabras de amor me recordaron el bien en el mundo, la policía que logró rescatar a cientos de personas, los desconocidos que me recogieron en la calle y me dieron consuelo por los 45 minutos en que creí que mi novio estaba muerto, el hombre herido que creí era mi novio pero cuando me di cuenta que no me dijo que estaría todo bien, a la mujer que abrió sus puertas a los sobrevivientes, el amigo que me dio cobijo y me compró ropa nueva para que no tuviera que estar la que estaba cubierta de sangre, todos los que me mandaron mensajes de apoyo y amor, me hacen creer que el mundo tiene el potencial de ser mejor, para que esto no vuelva a suceder".

Su post continúa:

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"Pero esto es sobre todo para las 80 personas que fueron asesinadas en ese concierto, que no tuvieron la suerte que yo tuve, que no se despertaron hoy y por todo el dolor que sus seres queridos sienten hoy. Lo siento muchísimo. No hay nada que pueda reparar ese dolor. Me siento privilegiada de haber estado ahí en sus últimos momentos. Mientras pensaba que ese sería también mi destino, les prometo que sus últimos pensamientos no se desperdiciaron en esos animales que hicieron esto. Murieron pensando en la gente que amaban. Cuando estaba en el suelo, cubierta de sangre esperando la bala que me dejaría sin vida a los 22 años, miré el rostro de cada persona que he amado y les susurré que los amaba, una y otra vez, dando cuenta de lo que había sido mi vida. Deseando que ellos también supieran cuánto los amo, deseando que sin importar lo que pasara conmigo, que siguieran creyendo en el bien en las personas, para que esos hombres no ganen. Ayer de noche, muchas vidas cambiaron para siempre y depende de nosotros ahora ser mejores, vivir los sueños que las víctimas inocentes tuvieron pero ya no podrán realizar. Adiós ángeles. Nunca serán olvidados”.

Este es Amaury Baudoin sosteniendo su entrada para los Eagles of Death Metal:

Amaury Baudoin dice en un post en Facebook que a pesar de que no suele expresarse en las redes sociales, hay mucho que necesita decir. Nos cuenta que se refugió en un baño con una decena de personas, donde hizo llamadas por teléfono a sus seres queridos, donde discutió con los desconocidos que lo acompañaban qué podrían hacer si los asesinos los encontraban. Pensó en su novia, que estaba en la sala, en que quizás estuviera muerta. Después de que la policía los liberó, se reencontraron en la calle y un sentimiento de “egoísmo” por haber logrado salir con vida, de “injusticia”, lo invadió. “Nosotros sobrevivimos, pero muchos no”. Termina alentando a sus compatriotas a que no tengan miedo, a que se reúnan y no se dejen amedrentar. Y pidiéndole a todos los musulmanes que jamás sientan vergüenza, que no se dejen apuntar con el dedo, que esto no es culpa de su religión.

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¿Conoces a alguien que estaba en París en el momento de los atentados?