Es curioso que, durante años, científicos se han dado a la tarea de estudiar el andar de las personas para determinar si de esta forma se pueden conocer los rasgos de su personalidad.
Cómo es tu personalidad según tu manera de caminar

La primera investigación se hizo en 1935 por el psicólogo de origen alemán Werner Wolff. Filmó a 5 hombres y 3 mujeres sin ellos saberlo, más adelante les mostró las grabaciones con los rostros cubiertos y concluyó que los participantes fácilmente forman opiniones sobre los otros con tan solo verlos caminar.
Más adelante, en 1980 se realizó otro estudio como este pero utilizando la tecnología de la época. En ese entonces, psicólogos estadounidenses determinaron que existían 2 tipos de formas de andar: la primera implica un ritmo con más saltos, mayor movimiento de las caderas, movimientos más grandes con los brazos y pasos más frecuentes.
La segunda era más rígida y lenta con mayor inclinación hacia adelante. Aunque la edad de las personas observadas no estaba directamente relacionada a su paso, los científicos concluyeron que quienes caminan de forma más jovial parecían más felices y potentes.

Más adelante, se realizó otra investigación por especialistas suizos y británicos quienes llegaron a una conclusión similar con pequeñas variantes.
Hasta ahora, estos estudios sólo confirmaban que la gente intenta distinguir a una persona por su caminar tal como lo hace al escuchar su acento o ver su rostro, pero no en todos los casos emiten juicios certeros.
En 2006, un estudio japonés determinó que la forma de caminar expone la vulnerabilidad de las personas, pero solo un grupo reconoce esto con exactitud: los psicópatas.
La investigación encontró que los internos encarcelados con mayor puntaje de psicopatía son particularmente precisos en este sentido, lo que concuerda con el testimonio del asesino en serie Ted Bundy, quien habría dicho que podía captar a una víctima con tan solo verla caminar por la calle.

Después de estos resultados, expertos sugieren que las personas adopten características de un modo de caminar que emita un mensaje de invulnerabilidad, como por ejemplo, un ritmo más rápido, zancadas más larga y movimientos de brazos más audaces, sin embargo, otros psicólogos que estudiaron las diferentes formas de caminar y las personalidades no están muy seguros de que este tipo de características puedan aprenderse.
Lo que sí es cierto, es que no se debería juzgar a nadie por solo verlo andar, pero si alguien quiere dar un mensaje con sus movimientos, debe evitar hacerlo forzado, pues en lugar de protegerse, puede llegar a verse ridículo y poco natural.
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