Recuerdo cuando vi un documental sobre la grabación de un disco de Avril Lavigne. Ella estaba muy ebria y empezó a decir que amaba el lemoncello, tanto, que merecía ser parte de su canción. Así surgió una de las estrofas de su tema I Can Do Better, entre intentos de skateboarding y risas.
7 increíbles anécdotas de músicos en el estudio de grabación

Es que las horas de grabación son costosas, pero cuando finalizas tu primer álbum y el estudio confía un poco más en ti, el asunto se aligera muchísimo y se convierte en un trabajo muy divertido o pesado.
Como en todos los trabajos, hay historias que lo nunca nadie debió saber, cosas que jamás debieron pasar, alcohol y muchas drogas. De acuerdo, los dos últimos ítems no están en todos los trabajos, pero lo cierto es que estas siete historias ocurridas durante la grabación de álbumes son dignas de contar. ¡Asómbrate!
1. El porro que casi arruinó la grabación de Bob Marley
I Shot The Sheriff, uno de los mayores éxitos de Bob Marley, casi se destruyó por culpa de un porro de marihuana. Así lo confesó Phill Brown, el ingeniero que se encargó del tema. Después de la grabación, alguien del equipo de Marley le ofreció el cigarrillo y él aceptó. “Había terminado la primera edición y tenía el porro en mi boca. Estaba a punto de cortar cuando el porro se desmoronó y derritió la cinta”. Brown pudo reparar lo ocurrido y nadie se enteró de lo ocurrido sino hasta años después.
2. Prince se pavonea ante el Rey del Pop

Según cuenta David Z, un ex ingeniero de sonido, Jackson y Prince grababan sus álbumes en el mismo estudio en Los Ángeles. Entre tomas, jugaban ping pong, pero Prince era mejor. Michael tuvo que retirarse con las manos en la cara, temiendo que el otro cantante le pegara con la pelota. Prince se burló hasta el cansancio.
3. Las extrañas técnicas de los Beach Boys
Brian Wilson empleaba técnicas extremas cuando se trataba de grabación, probablemente producto de sus trastornos mentales. Durante la sesión de Fire, lanzó una papelera en llamas a sus compañeros (quienes usaban cascos de bomberos) para que olieran el humo, se inspiraran y sintieran la adrenalina que necesitaba el track.
4. Los hongos mágicos de Muse
Los chicos de Muse tienen una historia psicodélica. Mientras grababan Plug In Baby, ingirieron hongos. “Había un gran campo cerca del estudio lleno de ellos. Nos los comimos todos. No sé qué que estábamos haciendo, pero todos terminamos desnudos en el jacuzzi y quedé sordo de un oído porque me quedé dormido en el sauna”, contó Matt Bellamy. Esperamos que no haya pasado nada más...
5. ¿Serpientes venenosas? Oh, si no hay otro remedio...
Para celebrar su reunión, a The Libertines no se les ocurrió mejor idea que grabar su disco Anthems for Doomed Youth en Tailandia. Fueron a un estudio de grabación, en una zona remota, pero no estaban al tanto que el estudio había sido construido encima de un nido de serpientes. Cuando le preguntaron al responsable del estudio si tenía suero antiofídico, este les respondió con sinceridad:
–No. Si una serpiente te muerde, te mueres.
–Ok. ¿Pero y si voy a un hospital?
–No, no. Te mueres.
6. Los payasos de los Beatles
Durante la grabación de la orquesta para A Day In the Life se contrataron a 40 músicos. Todos estaban ataviados en lindos trajes, pero los miembros de la banda querían un poco de locura, así que los hicieron usar sombreros de fiesta, narices de payaso y pezones de plástico. La grabación fue todo un éxito.
7. El productor que amenazaba a los músicos
El productor Phil Spector se hizo conocido por sus métodos poco ortodoxos. Una vez retuvo a The Ramones en su casa, a punta de pistola hasta que terminaran una canción. También le puso un arma en el rostro de Leonard Cohen. Una vez disparó a pocos centímetros de las orejas de John Lennon a lo que este respondió, “Phil, si vas a matarme, mátame, pero no jodas mis oídos. Los necesito”. Spector se encuentra en prisión por disparar a su esposa.









