Un joven de 22 años muere luego de tomarse una botella grande de Coca Cola en 10 minutos

Un joven de 22 años, agotado por el calor sofocante que sentía, no dudó en tomarse 1.5 litros de Coca Cola en tan solo 10 minutos después. Un día después, tras 18 horas de intensos malestares y de tratamientos médicos, perdería la vida.

Cuando el joven chino arribó al Hospital Chaoyang Beijing con dolores intentos y severos en su estómago inflamado, habían pasado seis horas desde que se había tomado el refresco y su cuerpo tenía acumulado una gran cantidad de gas que hizo imposible que su hígado pudiera recibir oxígeno, explicó NY Post.

La vida del hombre fue acabándose lentamente mientras el gas de su cuerpo se filtraba en sus intestinos y en su vena horta, uno de los principales vasos sanguíneos del hígado, por lo que pronto comenzó a tener una baja frecuencia cardíaca, presión arterial apenas perceptible y al mismo tiempo comenzó a tener dificultades para respirar.

Los primeros estudios realizados en el centro médico arrojaron un diagnóstico preocupante al comprobar que padecía una isquemia hepática, una lesión provocada por el bajo suministro de oxígeno al hígado.

A pesar de que los doctores comenzaron a liberar el gas de la pared intestinal del joven, mientras le suministraban medicamentos para ayudar a su hígado y tratar de estabilizar otros órganos vitales, a las 12 horas de haber llegado al hospital, el daño hepático era irreversible.

El profesor Nathan Davies, bioquímico del University College de Londres, le dijo al Daily Mail que las probabilidades de que consumir un refresco de 1.5 litros sea fatal son muy bajas: “Es absolutamente improbable”.

Davis insistió que lo más factible es que la causa de la muerte del joven haya sido una infección de una bacteria que puede formar bolsas de gas al interior del organismo del fallecido y que usualmente provoca malestares similares a los que sufrió el veinteañero.

"Por lo general, este tipo de afección se debe a que hay bacterias que se han abierto paso desde el tracto gastrointestinal normal a un lugar donde no se supone que estén, en este caso, en el revestimiento del intestino delgado", expresó el especialista.

Si bien Davies insistió en que no existe razón para creer que consumir bebidas gaseosas de la misma manera que lo hizo el joven pueda tener consecuencias fatales e inmediatas, recordó que las consecuencias negativas para la salud de estos refrescos son más bien a largo plazo, sobre todo por la cantidad de azúcar que se consume.