
Nuestra vida podría ser mucho más sencilla si simplemente hibernáramos como lo hacen otras especies animales. Trabajaríamos menos, gastaríamos menos dinero y, por supuesto, lo más importante: disfrutaríamos el placer de dormir durante unos meses al año. ¿Entonces? ¿Por qué no lo hacemos? ¿Acaso es posible? Según algunos expertos, no hay motivo que nos impida hacerlo.
¿Cómo funciona la hibernación? ¿Qué especies hibernan?

El proceso de hibernación es una estrategia de supervivencia que desarrollaron algunas especies de seres vivos para sobrevivir a las condiciones de su ecosistema durante los meses más fríos del año. Los meses del invierno son áridos, fríos, hostiles y se caracterizan por la escasez de alimento. Ante esta situación, a lo largo de la historia, algunas especies evolucionaron hacia una forma de ahorrar energía y sobrevivir con los recursos mínimos durante un período de tiempo más o menos largo.
Las especies que hibernan lo hacen de diferentes formas en función de sus propias características y las de su ecosistema. Algunas especies de sangre caliente (homeotermos), como los osos pardos, pueden llegar a estar varios meses en estado de letargo. El letargo es un grado bajo de hibernación en el que el animal no come, ni bebe ni se mueve, pero su reducción del metabolismo es menor.
- Ver también: «Todo lo que necesitas saber para entender la hibernación»
Otros animales, como las ardillas de tierra, murciélagos y erizos, son capaces de reducir al mínimo su metabolismo (pulsaciones, circulación, respiración, regulación térmica) durante una cantidad variable de tiempo que va desde algunos pocos días hasta varios meses.
Los animales que hibernan tienen en su cuerpo dos tipos de grasas, la normal y la oscura. La grasa marrón u oscura, rodea los órganos vitales proporcionándoles energía extra para contrarrestar la falta de alimento. Los humanos, como el resto de las especies de sangre caliente, también tenemos grasa oscura, aunque en menor cantidad.
- Ver más: «¿Qué es la grasa marrón?»
Los humanos podríamos hibernar, según los científicos
Según el médico anestesista Rob Henning, los humanos podríamos hibernar, pero ¿por qué no lo hacemos? Bueno, para que un humano hiberne sin afrontar daños demasiado severos haría falta un dispositivo tecnológico que aún no está completamente desarrollado. Veamos más en detalle de qué se trata.
Rob Henning comenzó a pensar en la hibernación humana como una técnica médica complementaria a la anestesia general que obtiene un paciente durante una cirugía. Según el especialista, la hibernación asistida podría reducir significativamente el daño interno que sufre un paciente durante una operación. Esta modalidad sería complementaria a las drogas que se administran para reducir el ritmo cardíaco y la circulación de la sangre en el paciente.
Henning está convencido de que los humanos podrían entrar en un profundo estado de letargo, igual que otras especies de sangre caliente, pero el único problema es que en realidad nadie sabe exactamente cómo funciona la hibernación. Sí se sabe algo sobre los procesos metabólicos, pero el por qué algunas especies pueden hibernar y otras no, aún es un misterio para la ciencia.
Henning está conduciendo una investigación que promete grandes hallazgos sobre la hibernación y, concretamente, las formas en que los humanos podrían pasar por ese proceso. Los investigadores analizaron qué sucede con el organismo humano tras un período de hibernación inducida (similar al de una anestesia general) y observaron que las células y tejidos sufren graves daños a causa de la reducción del metabolismo. Luego analizaron lo mismo en un grupo de hámsters, que hibernan naturalmente, y también observaron el mismo tipo de daño.
Asimismo, los investigadores observaron que el daño a nivel celular que sufrían los hámsters era inmediatamente reparado tras despertar de la hibernación. Entonces la pregunta es: ¿cuál es el proceso celular que permite la reparación del daño causado? La respuesta a esta pregunta fue en parte accidental, ya que en una prueba de rutina los investigadores encontraron, en las células de los roedores, un compuesto químico que podría jugar un rol fundamental en la protección de las células.
El ácido sulfhídrico (H2S), producido gracias a la activación de una enzima en particular, es el responsable de que el daño en los tejidos de los animales que hibernan se repare inmediatamente luego que despiertan. Sin dudas es un descubrimiento importante porque da mucha información sobre el proceso que permite que algunas especies hibernen y otras no.
Ahora bien, ¿qué nos dice sobre los humanos? Los investigadores probaron los efectos del ácido sulfhídrico en células de ratas, animales que no hibernan naturalmente, y observaron que en ellas también jugaba un rol fundamental en la protección de los tejidos. La gran novedad es, entonces, que lo mismo podría suceder con los humanos.
Los humanos podríamos entrar en un estado de hibernación inducida y evitar el daño celular gracias a la administración de este compuesto. Claro que para esto haría falta profundizar mucho más sobre sus efectos en el organismo humano. Además, para efectivamente llevarlo adelante habría que investigar mucho más sobre la preparación previa al período de hibernación, además de estudiar más en detalle cuáles serían las condiciones óptimas para que un humano hiberne sin correr riesgos.
En los últimos años este tema tomó gran popularidad gracias a sus potenciales usos en misiones espaciales extensas. La hibernación inducida podría ser la solución a uno de los grandes desafíos que tienen las agencias espaciales, que es mantener a los astronautas en el espacio durante largos períodos de tiempo.
La película Interstellar tomó esta idea de una forma maravillosa. Durante los largos años que toma la exploración del agujero de gusano en el que se meten Matthew McConaughey y Anne Hathaway, los astronautas son capaces de acostarse a dormir durante muchos meses en unas cápsulas especiales para ello. En la película no explican exactamente cómo funcionan esas camas, pero la idea que hay detrás es la de hibernación inducida que explicamos más arriba.
Interesante, ¿no lo crees? ¿Qué opinas al respecto? ¿Crees que alguna vez los científicos encontrarán la forma de que los humanos podamos hibernar? Personalmente, debo admitir que me encantaría intentarlo, ¿a quién no?