Normalmente no utilizamos todo el potencial que nos confiere la respiración. El ritmo de la vida cotidiana nos hace olvidar los beneficios de la respiración, y con ello olvidamos que la respiración nos puede armonizar más que ninguna otra cosa, ayudarnos a relajarnos, mejorar nuestra concentración y nuestro bienestar emocional.
El hinduísmo ya se había dado cuenta de ello hace miles de años, y por ello desarrolló el pranayama. Conocemos bien el pranayama, y a modo de repaso recordamos que el pranayama es un sistema de respiración para limpiar el cuerpo y mente, además de complementar el yoga y la meditación. Explicamos hoy los tipos de pranayama.
Bhastrika: El aire es inhalada y exhalada con intensidad, incrementando el fuego interior del cuerpo. El movimiento de diafragma se utiliza para crear calor corporal.
Ujjayi: Esta técnica aumenta la capacidad pulmonar, además de hacernos alcanzar un estado de claridad mental y calma. Aquí hay que cerrar la parte trasera de la garganta, haciendo que el aire que entra por la nariz ingrese a los pulmones a través de un canal estrecho.
Bhramri: Nada mejor que Bhramri para limpiar el sistema respiratorio y mejorar la resonancia vocal. Cierra los labios mientras inhalas y luego exhala zumbando con los labios. Extiende la exhalación todo lo que puedas y siente la vibración.
Kapalbhati: Esta técnica de pranayama consiste en inhalar despacio y exhalar profundamente. Es importante que este tipo de respiración se realice en ayunas, ara así potenciar el efecto desintoxicante sobre los pulmones.