Conan, el Bárbaro es un personaje creado por Robert E. Howard para Pulp Weird Tales que alcanzó su pico de fama en los 80, gracias a la película protagonizada por Arnold Schwarzenegger. Los relatos fantásticos que acompañaban a Conan fueron adaptados por Marvel, respetando (un poco) la fidelidad hacia el original y, debido a su inmensa popularidad, hoy día estaría ocupando un lugar dentro del canon del universo Marvel que jamás hubiésemos sospechado.

Wolverine es un personaje que a estas alturas no necesita presentación. Ya sea que lo conozcas por su larga carrera editorial, como miembro de los X-Men, los Avengers, los X-Force o en solitario; o por sus apariciones en el cine, donde fue interpretado durante 17 años por Hugh Jackman.

Luego de que Kevin Feige, presidente de Marvel Studios, asegurara que ya buscan a un actor para interpretar a Wolverine, varios famosos levantaron la mano para tomar el papel, entre ellos se encuentran Keanu Reeves y ahora se une Daniel Radcliffe.

Keanu Reeves pertenece a esa rama de actores que siempre dependió más de su apariencia que su talento, lo que le valió roles en películas como Bill & Ted's Excellent Adventure (1989), Speed (1994), The Devil's Advocate (1997) y, por supuesto, The Matrix (1999), que lo convirtieron en alguien muy popular entre el público joven durante la década de los 90.

Bajo su disfraz de Deadpool, Ryan Reynolds es amigo leal de todos los miembros de Avengers y X-Men, ¿no? La realidad es que aunque sus intenciones son buenas, no todos los héroes confían en él gracias a su fama de troll profesional.

Con Logan, Hugh Jackman colgó las garras y se despidió de Wolverine para siempre. Y si bien, en aquel momento, nos puso muy triste la noticia no podemos negar que lo hizo de manera magistral. Logan fue profunda y nos emocionó como nunca antes otra película de superhéroes podría haberlo hecho.