Este es el origen inédito de Wolverine que Stan Lee desechó por ser «asqueroso»

Imagen Marvel

Wolverine es un personaje que a estas alturas no necesita presentación. Ya sea que lo conozcas por su larga carrera editorial, como miembro de los X-Men, los Avengers, los X-Force o en solitario; o por sus apariciones en el cine, donde fue interpretado durante 17 años por Hugh Jackman.

Este héroe mutante se ha vuelto un verdadero icono cultural, precisamente por lo enrevesado y complejo de su origen, el cual no estuvo bien definido hasta mucho tiempo después de su primera aparición en los cómics. Pero lo que quizás no sabías, es que cuando Wolverine fue concebido como idea, su origen era bastante diferente al que conocemos hoy.

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Imagen Marvel Entertainment

Históricamente, el guionista Len Wein y los ilustradores Herb Trimpe y John Romita, son considerados los «padres» de Wolverine, el héroe mutante que apareció por primera vez en The Incredible Hulk #180 (1974), como el operario Weapon X enviado por el Departamento H de Canadá para asesinar al gigante esmeralda, cuyo enfrentamiento ocurre en el número 181 de la misma colección. Pero más allá de especificar que era un mutante, el personaje se mantuvo en todo momento envuelto por un halo de misterio en torno a su verdadera identidad.

Inicialmente, la idea original de Wein era que las clásicas garras de Wolverine no formaran parte de su anatomía, sino que estuviern ocultas en sus guantes, pero esa fue una de las primeras ideas en ser replanteada después de que Wein dejara el personaje en manos de otros guionistas.

Además, como el personaje no muestra su verdadero rostro hasta un año después (1975), cuando se une a los X-Men ( Giant-Size X-Men #1), Wein había visualizado a Wolverine con una apariencia mucho mas joven, de unos 19 años, ya que se creía que el personaje funcionaria mejor al tener –más o menos – la misma edad que los estudiantes del Instituto Xavier. E incluso coincidiría con otros héroes mutantes de aspecto monstruoso, como Beast o Nightcrawler, quien se une a los X-Men el mismo día que Wolverine.

Pero eso no es todo. Wein además había diagramado en sus notas que Wolverine debía tener una personalidad parecida a la del animal del que toma nombre; o sea, el glotón (nombre en español para el Wolverine), un mamífero omnívoro, que puede recurrir a la carroña o a la caza de ser necesario. Emparentado con las comadrejas pero notoriamente mucho mas agresivo y territorial, de hábitos solitarios, el glotón, a pesar de su pequeño tamaño, figura entre las criaturas mas feroces de la tierra. Por lo tanto, ya desde el borrador, Wolverine debía ser alguien grosero, proclive a la violencia y, básicamente, alguien difícil de tratar, para que genero conflicto interno dentro del grupo al que pertenezca.

Cuando llego esta noción a la mesa de trabajo de los guionistas, una de las ideas que surgió fue que Wolverine no fuese un humano, sino un glotón mutado y evolucionado sintéticamente hasta el estado de un homínido, por obra y gracia del villano High Evolutionary.

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Con lo que Wolverine compartiría así el mismo origen que otros mutantes de este tipo, como los New Men o los Knights of Wundagore. Sin embargo, el propio Len Wein ha desmentido el rumor que le atribuye esta idea, primeramente porque, en sus propias palabras, «yo escribo historias sobre seres humanos, no animales mutados». Y segundo, porque al momento en que la idea fue presentada al editor, Wein ya estaba trabajando en otra colección.

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Por su parte, el dibujante Dave Cockrum no desechaba del todo esa idea –lo que lo confirma como uno de los que la gestó en primer lugar–, ya que le gustaba la noción de que Wolverine cause un efecto de desagrado y desconcierto en sus oponentes mas cerebrales, quienes, al ver al mutante en acción, no estarían seguros si se trata de un animal o un humano.

El aporte de Stan

Cuando se le presentó esta idea a Stan Lee, el editor desechó el concepto de inmediato, ya que la considero «algo asqueroso y difícil de procesar». Por un lado, por el historial de conflicto entre los X-Men y High Evolutionary, además de que resultaría demasiado difícil lograr que esa versión de Wolverine generase empatía con el lector si en realidad se trataba de un animal evolucionado. Así que Stan prefirió no aprobarla, pero vio un genuino potencial en el personaje.

El cambio radical de la edad de Wolverine vino a causa de un boceto del personaje hecho por Cockrum, donde se lo mostraba con unos rasgos toscos de un cuarentón, con mucho vello facial, un rictus agresivo mostrando los dientes y ojos afilados al igual que un villano clásico.

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El diseño gustó tanto que se decidió cambiar ese aspecto diseñado por Wein. Ahora, en vez de ser un joven adulto de 19 años, sería un hombre maduro pero de edad imprecisa, con aspecto salvaje y algo descuidado, como si se tratase de un humano involucionado y en un estado primitivo; como un cavernícola.

Unos años después, sería el brillante aporte del guionista Chris Claremont lo que convertiría a Wolverine en el icono cultural que es hoy, ya que fue él quien estuvo detrás del concepto de las garras de adamantium como parte del cuerpo de Logan, lo que terminó convirtiéndolo en un mutante con un factor curativo tan eficaz que le permite sobrevivir con piezas de metal fusionadas a su esqueleto. Esto evolucionó el origen del personaje en su pasado de pesadilla y los tortuosos experimentos a los que el mutante se vio sometido para obtener dichas armas.

Viendo el resultado, se puede decir que el bueno de Stan no estaba tan errado en su apreciación. ¿Conocías este origen nunca desarrollado de Wolverine?

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