Habiendo dejado por completo en el pasado las aventuras espaciales, la pandilla de nerds científicos y compañía vuelve a la carga esta semana con dos geniales historias. Realmente se las han ingeniado en esta oportunidad, al punto -según me parece- de habernos brindado el mejor episodio en lo que va de temporada.

Considero que The Big Bang Theory es una serie sobre la cual nunca va a ser difícil escribir. Se estrenó en estados unidos, el pasado jueves, el quinto episodio de la sexta temporada. ¿Por qué digo que nunca se va a complicar escribir sobre esta sitcom? Fácil. Estamos hablando de una de las tiras más ricas en argumentos. Diversas historias en paralelo se desarrollan en apenas 20 minutos. Y este capítulo no es la excepción.

15 millones de personas no pueden estar equivocadas. ¿No les parece? Otro gran estreno de The Big Bang Theory iluminó esa cantidad de hogares durante el pasado Jueves. Y puedo asegurarles que prácticamente nadie se sintió desilusionado. Otra gran historia. Nuevo acierto de los guionistas. Divertido argumento. Todos estos motivos sólo pueden alcanzar un único resultado: Tendremos nerds en televisión por mucho tiempo más.

La exitosa The Big Bang theory hace su regreso en pantalla chica a través del tercer episodio de su sexta temporada mediante de un consolidado episodio, por así decirlo. Personalmente, no me pareció algo de otro mundo, pero los ratings en su país originario parecieran decir otra cosa.

Recordemos que la semana pasada veía las luces la sexta temporada de The Big Bang Theory y lo hacía correspondida por una importantísima cantidad de audiencia televisiva. Para quienes no lo sabían, este primer capítulo contó con algo así como 15,3 millones de televidentes (sólo en USA), siendo apenas una décima menor al estreno de la quinta temporada pero lo suficiente como para convertirse en el programa más visto del día.

Uno de los estrenos de temporada más esperados para esta semana tendrá lugar en la pantalla de CBS cuando vuelva la temporada 6 de The Big Bang Theory, la comedia creada por Chuck Lorre y Bill Prady que se ha convertido con el tiempo en una de las más apreciadas por el público.