Shrek terminó hace algunos años, pero nunca está mal volver a ver estas películas (al menos las primeras). Es magnífico como los cuentos de hadas más famosos pueden convertirse en algo tan gracioso. Pero no olvidemos que DreamWorks no quería presentar solamente una película para niños, sino algo completamente diferente...y lo logró. Si bien los más pequeños han visto la película y nosotros también, hace años atrás, tiene muchos chistes para adultos. Aquí tienes algunos, para recordar el sentido del humor de Shrek, que siempre hace falta.

Todos los personajes de Shrek provienen de algún cuento de hadas, pero uno de ellos se robó la primer película, hasta ganó más fama que el personaje principal. Ese es Burro.

A veces las secuelas son cansadoras y no podemos soportar que nuestros personajes preferidos entren en una repetición infinita. Pero aunque algunos ejemplos como La Era del Hielo pasaron el número de películas que esperábamos, en taquilla no siempre van en descenso. Claro que Shrek es otro tipo de historia diferente, o por lo menos lo fue en un comienzo, con una premisa adecuada para todas las edades y no solo el público infantil.

Shrek fue una de las mejores películas de Dreamworks y personalmente, una de mis favoritas. El ogro poco amable demostró que podía existir un giro en las historias de cuentos de hadas, manteniendo el romance y el humor sobre todo. Sin embargo hay que admitir que la franquicia tuvo altos y bajos. Las dos primeras películas son geniales, las últimas dos, aunque no son malas, no resultaron lo mismo. Ahora Universal Studios adquirió Dreamworks Animation y planean revivir Shrek, aunque todavía no sabemos cómo.

Las comedias románticas o son producidas “seriamente” o son completamente destrozadas, pero raramente se les rinde tributo o son objeto de parodia, algo extraño considerando que tienen más características dignas de chiste que, digamos, los films de horror. Afortunadamente tenemos a estas 8 geniales parodias y homenajes a las comedias románticas que nos salvan de tanta dulzura.

Como bien señala el famoso dicho, hay un niño dentro de todos nosotros, incluso del adulto más aparentemente serio y maduro. Por eso, no es sorpresa que más de un cinéfilo se encuentre disfrutando de películas infantiles.