A continuación veremos una selección de las series animadas más creativas visualmente de los últimos años. El presente ranking no se orientará a catalogar la calidad de las series a nivel argumental, sino que lo hará a nivel visual.

Seguro conocen el famoso dicho “la realidad supera a la ficción” pero, en el caso de los reality shows, el mundo verídico que nos muestran es increíblemente deprimente, con gente desesperada para ganar un premio monetario a cambio de perder su dignidad. Por eso, la serie animada Total Drama tuvo éxito como parodia, superando a los programas que se pueden ver en la TV actual.

Un ataque directo a la nostalgia, sobre todo para aquellos que nacimos en la década del 80. A continuación veremos una lista de animes basados en obras literarias dramáticas (mayormente europeas) y, por lo tanto, de un contenido que se alejaba bastante de los animes cargados de combates, magia o seres fantásticos.

Algunos de los shows animados más exitosos de los últimos tiempos no solo se caracterizan por su gran cantidad de humor, referencias o guiones altamente funcionales. Una de las características más destacable (y la principal causa de que sean un éxito, no solo entre el público infantil, sino también entre muchos adultos), radica en la dosis justa de drama que contienen los episodios.

Los fanáticos creativos son una bocanada de aire fresco; casos como AmvLuna, un youtuber que desde su canal personal o como parte de otros grupos, se dedica a realizar videos musicales con imágenes y fragmentos de anime, los llamados AMV’s o MEP’s, pero más conocidos como fanvideos o fanvids.

Dragon Ball regresó a la televisión, y el hecho es increíble (aunque no todo nos haya causado buena impresión). Sería completamente sensato afirmar que una porción considerable de las últimas generaciones de fanáticos del manga, el anime, y de la cultura en Japón en general, se origina por el éxito mundial que alcanza Dragon Ball. Un genuino fenómeno global, esta franquicia atrae incontables fanáticos al género, y le abre la puerta a un boom que coloca a la producción cultural japonesa en el tope.