Las películas pueden permanecer dentro de uno por diferentes motivos. Ya sea por puro terror, por avivar sueños, por revivir hitos históricos, escenas impactantes, por despertar fantasías prohibidas, o simplemente por tener esa conexión justa en el momento exacto: todo es posible.

Una de las partes resaltantes dentro de una producción cinematográfica es su banda sonora. La música puede inducir emociones, acentuar actuaciones o sucesos para que el impacto en el espectador sea más profundo. A lo largo de la historia, las bandas sonoras han pasado de estar conformadas por piezas orquestales para incluir música contemporánea y hasta una mezcla de ambos estilos.

Muchos de nosotros recurrimos a los films estadounidenses para aprender algo de la vida en el ámbito de estudio. Bueno, no. De todas maneras, muchas películas situadas en este universo temático dejan moralejas y enseñanzas muy importantes.

Hace un tiempo, probablemente para propiciar el misterio y la expectativa, Warner Bros. anunció que en 2017 se estrenaría una película de Christopher Nolan, el director responsable de enormes éxitos para el estudio como la trilogía The Dark Knight, Inception e Interstellar, pero sin dar más detalles en absoluto de la película.

El cine y la música van tan bien juntos que no es ninguna locura llevar al séptimo arte las historias de distintos músicos y personajes ligados al mundo de la música.

El título de una película puede ser una de las herramientas más atractivas y sugerentes, ya que puede captar la atención del espectador y plantearle - más o menos - una leve idea de lo que puede tratar el film. Pero hay casos de títulos enigmáticos, rebuscados o confusos, los cuales pueden tener el mismo factor sugerente, logrando un carácter icónico y elocuente sin importar el género o el argumento de la película.