Jump Force es el juego emblema que Shueisha produjo en celebración por sus 50 años. Con más de 25 personajes jugables, en un róster inspirado en las páginas de los mangas más célebres del mundo, como Naruto, Sasuke, Gokú Vegeta, Freezer, Luffy, Zoro y un sinfìn de héroes y villanos colisionarán en el juego de peleas más importante del 2019, desarrollado plenamente en Unreal Engine por Spike Chunsoft y Bandai Namco.

Es muy raro que un personaje sea completamente original, un autor siempre tendrá una inspiración o se basará en algún otro personaje preexistente para crear el suyo. Y si no hay un personaje en quien basarse, se apelará a personas reales; en muchos casos, gente famosa o reconocida por sus logros en cierto campo, su aspecto o comportamiento.

Años atrás, Masashi Kishimoto marcaba el final de su manga más genial: Naruto, el cual, en consecuencia, sentenció el desenlace de Naruto Shippuden, anime en emisión en aquel momento. Tras la noticia, y decenas de episodios de relleno después, la Cuarta Guerra Ninja concluía con Uzumaki Naruto erigido como héroe. El «niño de la profecía» honraría a sus padres y sensei fallecidos, estudiando para convertirse en el Séptimo Hokage y casándose con Hinata Hyuga (luego de Last, una película bastante dudosa). Entonces, cuando el omega de esta era parecía haber llegado, Boruto: Naruto Next Generations dijo presente.

Plantear un mundo o un universo nuevo irremediablemente lleva a que se introduzcan diferentes elementos intrínsecos a él, como la flora y la fauna, la vestimenta, los medios de transporte o las unidades monetarias. Aunque en muchos mangas o animes el dinero queda relegado a un simple detalle sin aparente importancia, el hecho de que exista es una manera del autor de plantear que, incluso en ese universo fantástico donde sucede su historia, hay un cierto orden establecido, existe el concepto del dinero, algo con lo que cualquier humano puede sentirse identificado.

Quien haya tenido la oportunidad de ver un anime doblado al inglés sabe una cosa: rara vez se trata de una buena experiencia. Así es. Por algún motivo inexplicable (en realidad sí hay motivos, pero no nos atañen en esta oportunidad), los doblajes en inglés suelen ser muy flojos, además de poco expresivos y desagradables al oído en general. Esto también se suele transmitir al opening de un anime, ya que en varios países angloparlantes suelen editar sus propias versiones de intros para el anime, sustituyendo los créditos, las imágenes y, por supuesto, la música.

Si viste los mejores momentos de Naruto, Ninja Scroll o algún otro producto que tuviera ninjas, seguro deseaste convertirte en uno: eliminar a tus enemigos en silencio y sin miedo, corriendo por las sombras de la noche con toda impunidad. Pues en esta ciudad es posible y hasta te pagan: