En La Villita, los comerciantes del Discount Mall se preparan con entusiasmo para el Viernes Negro, una fecha que podría significar un respiro económico para decenas de familias. Con ofertas y esfuerzos renovados, buscan que la comunidad regrese y se sienta segura al comprar en este emblemático centro comercial hispano.

Para muchos vendedores ambulantes de Chicago, el temor a los operativos migratorios dejó no solo días sin trabajo, sino la preocupación de no poder pagar renta o poner comida en la mesa. Ahora, la segunda ronda de cheques de 500 dólares ya está en marcha, aunque los organizadores piden comprensión por la cantidad de solicitudes.

El aroma de tamales vuelve a perfumar las mañanas frías en La Villita. Después de meses marcados por redadas migratorias, los vendedores ambulantes empiezan a salir nuevamente, tratando de dejar atrás el miedo que vació las calles del barrio hispano más emblemático de Chicago.

Varios comerciantes del Discount Mall en La Villita invitan a la comunidad de Chicago para que los apoyen en sus ventas tras los meses en que tuvieron pérdidas económicas debido a la falta de clientes por las redadas de ICE en la ciudad. “Inmigración nos atacó muy feo, las ventas se bajaron demasiado”, dijo una de las comerciantes.

Baltazar Enríquez, del Concilio Comunitario de La Villita, explicó los días y el horario en que las familias podrán recibir pavos y alimentos de forma gratuita para que puedan compartir durante del Día de Acción de Gracias del próximo jueves 26 de noviembre. Además, agradeció y aplaudió a quienes han donado comida y se han unido a este gesto de solidaridad.

Aunque las tropas de la Patrulla Fronteriza, dirigidas por Gregory Bovino, ya no están en Chicago, el temor que sembraron no alcanzó a Ofelia y su esposo Rafael, ambos indocumentados, que siguieron con su rutina como vendedores ambulantes.