Después de ocho películas la saga Fast & Furious busca renovarse y lo hará basándose en la popularidad de las dos estrellas de acción que se sumaron a la franquicia cuando ya estaba empezada y le inyectaron sangre nueva.

A medida que vamos logrando bajar la ansiedad y podemos analizar el tráiler final de Infinity War con mayor calma, comienzan a surgir nuevas y sorprendentes pistas acerca del destino de algunos de nuestros personajes favoritos.

«Bond, James Bond». Una frase que todos los espectadores relacionamos con smokings, martinis y un hombre que es tan buen espía como seductor. El Agente 007 ha sido un icono para los hombres por generaciones, desde que su primer película se estrenó en 1962. Buen rostro, hábil en las peleas y siempre se queda con las mujeres más hermosas: es como el emblema de lo que según debería ser un "gran hombre" (con énfasis en el "según").

En el mundo del cine hemos visto más de un Batman, Superman, Hulk o Spider-Man. Sin embargo, algunos personajes de cómics solo han tenido una versión live action, durante tanto tiempo que se hacer difícil pensar en nuevos rostros para ellos. Por ejemplo, Wolverine, eternamente ligado a Hugh Jackman. O Blade.

La adaptación de The Dark Tower resultó decepcionante para muchos al no lograr capturar toda la complejidad y la épica de la extensa saga de libros de Stephen King en la que se basó, y perder en el traspaso a la pantalla elementos esenciales de ésta.

En 1976 Brian de Palma llevó a la pantalla la novela debut de Stephen King y, desde entonces, las adaptaciones de sus historias al cine y la TV se han sucedido con una frecuencia sólo superada por lo absurdamente prolífico del popular autor de Maine.