Alfonso Valdivia

La cónsul general de Honduras en McAllen, Doris Cáceres, informó que su país cubrirá los gastos funerarios y de repatriación de los cuerpos de las tres víctimas del tiroteo del pasado 8 de noviembre en una empresa de jardinería al norte de San Antonio, así como los del sospechoso del triple asesinato, que después se quitó la vida.

Rosalía y Josué David, madre y primo de Karen Bautista, una de las tres víctimas mortales que dejó el tiroteo del pasado 8 de noviembre en una empresa de jardinería al norte de San Antonio, describieron a la mujer de 24 años y pidieron apoyo para repatriar su cuerpo a Honduras. La joven tenía un niño de 3 años.

Horacio Rodríguez, cuñado de los hermanos hondureños Selvin y Sergio Chacón, dos de las tres víctimas mortales que dejó el tiroteo del pasado 8 de noviembre al interior de una empresa de jardinería en San Antonio, aseguró que el atacante era conocido de la familia y que ellos mismos le ofrecieron un empleo para que el joven, identificado como José David Hernández, de 21 años de edad, pudiera trabajar en EEUU.

Después de perder en un incendio su casa, cinco vehículos, el taller donde trabajaban y un salón de fiestas que ellos mismos construyeron, los cuatro miembros de la familia Martínez luchan por salir adelante en medio de los escombros. La comunidad de San Antonio se ha solidarizado con ellos y les ha prestado ayuda con ropa y dinero.

La comunidad de Eagle Pass, en Texas, se vio estremecida por un tiroteo en el casino Kickapoo. De acuerdo con las autoridades, sobre la 1:00 am del domingo un sospechoso identificado como Keryan Jones, de 34 años, comenzó a disparar su arma contra las instalaciones, mientras iba a bordo de una camioneta. Uno de los fallecidos fue identificado como un agente retirado de la Patrulla Fronteriza. No dejes de ver: Al menos dos muertos deja ataque contra iglesia en Michigan: sospechoso provocó un incendio.

Talia Silva, madre de Anaiya, responsabiliza a la escuela Madison Elementary por no tomar acción rápida cuando su hija presentó una crisis de salud. Según Talia, no le avisaron que la niña de 4 años llevaba horas vomitando y con dificultad para respirar. Además, asegura que el centro educativo no la llevó a la enfermería por no tener un consentimiento firmado, según dicta la ley SB-12.