Cuando se trata de la televisión hay muchos antihéroes y personajes negativos que protagonizan series. Pero no todo debería ser así, también deberíamos tener buenos ejemplos a seguir, sobre todo para las generaciones más jóvenes.

Si San Valentín ya te tiene harto porque no pasarás la noche con nadie, o si simplemente no te agrada esta festividad, siempre hay posibilidad de disfrutar el día igual. Y qué mejor manera de hacerlo que viendo historias menos cursis y más interesantes para ti.

Estamos en febrero y, como todos los años, nuestro televisor comienza a tomar un tono más meloso. Las parejas más famosas de la TV se preparan para esperar «el Día de los enamorados» de la mejor forma posible y los besos, las rosas y las escenas románticas comienzan a aparecer lentamente hasta llegar al 14 de febrero, el día de San Valentín.

La presencia de dos personajes del sexo opuesto, con personalidades muy diferentes y frecuentemente con una relación poco amistosa entre sí, pero con una evidente tensión sexual sin resolver, es tan común en las series de televisión que el idioma inglés ya tiene un nombre para este recurso narrativo: “Will They or Won’t They?”.

Generalmente, las oficinas son vistas como los sitios más aburridos del mundo. Mucho papeleo, largas horas de trabajo y nada de diversión. Pero para mejorar estos lugares es que está la televisión, y en los últimos tiempos hemos visto algunas geniales series que le dan humor a las oficinas, pero aun así te hacen sentir identificado.

Sus diálogos chispeantes, su ritmo arrollador, y la gracia de sus personajes bien delineados en el género de comedia, tienen gran parte de trabajo hecho en función de la cultura popular que aprovechan al máximo, como referencias directas o indirectas pero siempre presentes, la mayor parte del tiempo relacionadas con la actualidad de cualquier asunto: político, cinematográfico, literario o de la propia televisión.