Una mujer de 30 años se suicidó este martes dentro de la prisión donde estaba aprehendida desde el 1 de febrero por haber matado a su madre.
Una mujer que estaba encarcelada por asesinar a su madre enferma se quita la vida dentro de la prisión
La mujer había asesinado a su mamá, quien llevaba dos años prostrada en una cama, y llamó a las autoridades para confesarlo. Al ser interrogada le dijo a los policías que "no podía vivir una vida normal" y que "necesitaba un día de paz".

Celeste Rodríguez fue señalada de asfixiar a su mamá María Rosa Ravetti en Córdoba, Argentina, al utilizar una almohada de su propia cama, donde la víctima estaba prostrada debido a serios problemas de salud.
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Autoridades del penal de mujeres del Complejo Carcelaria 1 Reverendo Francisco Luchesse informaron sobre el suceso por “autodeterminación”, mientras que la fiscal, Paula Kelm, ordenó una investigación para esclarecer lo ocurrido, contó Télam.
“No puedo vivir una vida normal”
El mismo día del homicidio de la mujer de 59 años, Rodríguez llamó a las autoridades para confesar lo que había hecho y, antes de ser arrestada, les dijo a los policías que “estaba cansada de las peleas con su madre”, debido a los problemas de salud de la mujer que llevaba unos dos años postrada en una cama.
La investigación de la policía pudo determinar que los familiares de las mujeres estaban preocupados por los mensajes que Rodríguez había escrito en redes sociales, acerca de lo complicado que era cuidar a su mamá.
“Estoy tan cansada, física y mentalmente. No puedo vivir una vida normal, ocuparme de mis hijas”, escribió la mujer en Facebook, durante la mañana del día del homicidio.
Además, Rodríguez no tenía pudor en decir que su mamá estaba tan enferma que era “peor que cuidar a una niña de dos años” y afirmaba “ser fuerte” por sus hijas, pero dejaba claro que “ya no podía más”, sobre todo porque nadie más le ayudaba.
“Necesito un día de paz”
Sin más, la homicida se cuestionó “por qué mierda me tengo que ocupar de ella cuando tienen a mi hermano y la familia que la crio”.
Aquel mensaje terminaba un con un desolador: “necesito descansar, necesito un día de paz”.
Horas después, la mujer volvió a escribir en Facebook para quejarse que nadie le había dado ayuda para cuidar a su mamá y terminaba el escrito diciendo: “espero que mis hijas estén bien. Dios, perdóname”.
Si tienes pensamientos vinculados al suicidio o conoces a alguien que los tiene, hay líneas telefónicas en español e inglés de asistencia en la Línea de Prevención del Suicidio y de la Asociación Estadounidense de Prevención del Suicidio. El teléfono de ayuda es 1-800-273-8255, el servicio es gratuito, está disponible todo el tiempo y las llamadas son confidenciales.
Apenas en mayo pasado, la misma Rodríguez había publicado otro mensaje en el que agradecía al hospital local por haberle prestado desde una camilla, hasta sábanas, pero sobre todo porque la ayudaron a trasladar a su enferma madre a su casa.
“Creo que ella va a estar mejor con su familia, donde podrá recuperarse rodeada de sus seres amados. Gracias a todos por tanta colaboración”, había escrito.
