Nicole Clarges sufrió una violencia sistemática -física y emocional- durante cuatro años por parte de su novio Kyle Helm, a tal grado que terminó por controlar cada aspecto de su vida, prohibiéndole tener cuenta bancaria, perfil en redes sociales o un teléfono celular y obligándola a mendigar en las calles para que consiguiera dinero que luego él se quedaba.
"Un día me habría matado": Un joven obligaba a su novia a mendigar en las calles y si no ganaba lo suficiente la golpeaba
Los abusos comenzaron en 2016, cuando la víctima tenía 17 años y con el correr del tiempo todo fue empeorando. En 2020, el joven la estanguló y golpeó porque consideraba que no había conseguido dinero suficiente en las calles.

Desde sus 17 años, Clarges se sometió a los abusos de su pareja -un año menor- hasta que el pasado 21 de octubre la policía comenzó a sospechar de Helm, luego de que un vecino denunciara a las autoridades que había visto al agresor arrastrar del pelo a la víctima en aquel barrio de St Michael's Gate en Peterborough, Reino Unido.
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La Policía de Cambridgeshire dijo en un comunicado que, aunque en aquella fecha visitaron a la joven, ella negó todo tipo de agresión, pero solo unos días después se acercó a las autoridades y comenzó a contar todo el infierno que había estado viviendo durante esos años.
Clarges contó que los abusos fueron empeorando con los años y que el 19 de octubre de 2020 la había mandado a mendigar y al volver, cuando le preguntó cuánto dinero había juntado, el joven se enfureció, por lo que la estranguló y la golpeó en la cabeza, antes de obligarla a permanecer sentada en una silla durante una hora, mientras la golpeaba cada 10 minutos.
This is Kyle Helm. He forced his girlfriend to beg for money, attacked her when she didn’t earn enough and controlled her life for four years.
— Cambs Police 💙 (@CambsCops) July 8, 2021
He's now behind bars ⚖ More: https://t.co/sb9aoIROHr
More info on domestic abuse/coercive control: https://t.co/EqqqjQxqV7 #SaferCambs pic.twitter.com/4NBsJSh45Z
Tres días más tarde -uno después de negarle a la policía que estaba siendo abusada- Helm la acusó de acostarse con otros hombres antes de arrastrarla por el pelo, estrangularla hasta casi perder el sentido, golpearla en la cabeza con una botella y obligarla a salir a la calle para pedir más dinero.
Fue en la vía pública donde una mujer vio a la joven lastimada y se le acercó para llevarla a una farmacia, a una tienda para comprarle ropa nueva y a su propia casa para que pudiera asearse. Fue allí donde Clarges le confió todo lo que había estado sufriendo.
Helm fue arrestado y, aunque en un principio negó todo tipo de acusación, terminó por confesar todas las agresiones.
El pasado 2 de julio, el joven de 22 años fue sentenciado en Cambridge Crown Court, donde fue condenado a cuatro años de prisión y una prórroga de un año en la licencia. “La historia de abuso en este caso es impactante (…) y Helm pensó que podría salirse con la suya haciendo que la vida de su novia fuera una miseria; estaba equivocado”, precisó el investigador Kevin Poole.
Después de tres meses de la sentencia, Clarges le dijo el pasado jueves a The Mirror su novio había sido manipulador desde el principio de la relación -en 2016- y que la había aislado de sus amigos, familiares, hasta hacerla sentir inútil.
“Honestamente, creo que algún día me habría matado”, le dijo la mujer al rotativo, quien recordó el primer episodio de violencia que sufrió cuando Helms se emborrachó y le dio un puñetazo en la cara.
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A medida que los abusos iban en aumento, Helms comenzó a obligar a su novia a mendigar en las calles. “Algunos días ganaba unas £150 (unos 203 dólares), mientras que otros £40. ($54). Y él se lo quedaba todo”, contó, recordando que el día que llegó con mucho menos dinero la golpeó.
Clarges recuerda que la mujer que le ayudó y le tendió una mano, la llevó a una organización benéfica para personas sin hogar, la cual le consiguió un lugar para alojarse.
“Ahora estoy reconstruyendo mi vida y reconectando con mi familia. Solo espero poder ayudar un día a alguien como esa buena samaritana me dio una mano”, concluyó.