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Josie y Teresita, las siamesas guatemaltecas que fueron adoptadas en EEUU para ser separadas y vivir contra todo pronóstico
Aunque una de ellas no puede hablar y la otra no habla español, las dos mantienen como pueden comunicación con su madre biológica. Josie, quien no tuvo afectaciones tan graves de salud, es una joven que pronto entrará a la universidad donde hace dos décadas pudo ser separada de su hermana, con la que estaba pegada de cabeza y cráneo.

Hace 20 años, unos padres guatemaltecos tomaron la decisión más importante de sus vidas al permitir que su hijas siamesas -las cuales estaban unidas por el cerebro y el cráneo- fueran adoptadas por dos familias estadounidenses para que pudieran permanecer en EEUU, con la esperanza de ser sometidas a una cirugía que les permitiera vivir.

Así, las gemelas María Teresita Cajas y Josie Hull pudieron ser separadas en el Hospital Universitario de la Universidad de California en 2002, pero sobre todo lograron superar todos los pronósticos médicos que les auguraban un destino lleno de fatalidades.

El caso más grave fue el de Teresita, quien fue adoptada por Floridalma Cajas, una mujer que también había nacido en Guatemala y viajó hasta EEUU para salvarle la vida a uno de sus hijos.

La mujer recuerda que, debido a que la grave condición de las gemelas -que se presenta una vez en cada 2.5 millones de nacimientos-, el neurólogo que atiende a su hija se sorprende cada vez que la ve con vida y con 21 años cumplidos.

A pesar de que Teresita no puede hablar, Cajas precisa que el doctor le recuerda siempre la grave infección en el cerebro que tenía la joven y que si está con vida es “por el amor que su familia le han dado”.

Cajas, quien es voluntaria en una organización que ayuda a niños de diferentes países con graves condiciones médicas, ha cuidado a 17 menores que necesitaban distintas cirugías. “Lo hacemos de corazón, porque no recibimos ninguna remuneración económica”, precisó la mujer que también cuida a su hija mayor, la cual padece Síndrome de Down.

Aunque Josie Hull también se considera un milagro médico, ella no tuvo tantos problemas de salud como su hermana, por lo que hoy es una chica educada, elocuente y lista para asistir a la Universidad de California, el mismo lugar donde fue operada.

“Todos me tratan como una persona normal y me quieren por lo que soy”, cuenta Josie, una joven alegre, emprendedora y segura de sí misma que fundó una organización junto con su mejor amiga y su madre Jenny, a través de la cual adornan habitaciones de hospital donde niños enfermos luchan por su vida, tal como ella lo hizo hace tiempo.

Además, aunque Josie no habla español asegura que habla con su madre biológica por medio de fotos y pequeños comentarios. Mientras tanto, su mamá adoptiva rememora que en tan solo mediodía aceptó cuidar a su hija. “Tenía una situación médica muy complicada y tuve que adaptarme de la mejor manera”, cuenta.
