A su corta edad Marcos ya había perdido a su madre, sus hermanos y tuvo que vivir sometidos los golpes y maltratos de su madrastra bajo la vista inerte de su padre que permitía lo abusara. Por suerte o destino fue vendido a un pastor de las montañas, que le permitió escoger una segunda vida en la soledad de la Sierra Morena.
A su corta edad Marcos ya había perdido a su madre, sus hermanos y tuvo que vivir sometidos los golpes y maltratos de su madrastra bajo la vista inerte de su padre que permitía lo abusara. Por suerte o destino fue vendido a un pastor de las montañas, que le permitió escoger una segunda vida en la soledad de la Sierra Morena.