“Me golpeó hasta que no pude pelear más”: estadounidense relata en Facebook una brutal agresión en Madrid

Andrea Sicignano, una ciudadana estadounidense de Suffolk, estado de Nueva York, afirma que en la última semana después de haber sido brutalmente agredida y ultrajada por un hombre en un barrio de Madrid, España, siente el alivio de “estar viva, rodeada de gente maravillosa, fuerte y amorosa” que le ha brindado apoyo y de aprender “a no bajar la guardia”.

En un post de más de 1,000 palabras publicado en su cuenta de Facebook, Sicignano narró cómo fue aquel violento episodio, que ocurrió luego de que salió por la noche con un amigo a ver un espectáculo de flamenco.

“Los dos estábamos borrachos y cuando dejamos el bar nos separamos”, afirma en su relato esta joven que estudió Ciencias del Medio Ambiente en la Universidad de Buffalo.

Tratando de llegar a su casa, tomó un autobús equivocado, que al final de su recorrido la dejó en una zona desconocida.

Fue la última en bajar del autobús. Entonces, se sentó en el banco en la parada para averiguar su siguiente movimiento. Eran las 4:00 de la madrugada y el transporte público había dejado de circular.

Un hombre que había viajado con ella en el mismo autobús, viendo que estaba perdida, se sentó a su lado y le ofreció ayuda para llegar a su casa.

No recuerda exactamente lo que pasó después, pero cuando se dio cuenta de que podía estar en peligro intentó alejarse del hombre.

“Se volvió violento. Mientras luchaba, empezó a vencerme. Estaba gritando y luchando con todo el poder que podía reunir. Traté desesperadamente de llegar a mi teléfono pero me dijo en español: 'Tengo tu teléfono, no puedes llamar a nadie'", afirma.

“Me golpeó en la cara una y otra vez hasta que no pude pelear más. Ya no podía gritar. Apenas podía ver a través de la sangre en mis ojos”, agrega. Al final, cerró los ojos convencida de que la iba a matar y cuando los abrió ya se había ido. “Él me violó”, afirma Sicignano.

Cuatro fracturas en la nariz

Cegada por la sangre y la oscuridad, tuvo fuerzas para levantarse y salir corriendo descalza por la calle. Tres o cuatro automóviles le pasaron por el lado hasta que finalmente uno se detuvo. El conductor la vio con la cara y la ropa ensangrentada, llamó a la ambulancia y “trató de calmarme mientras esperábamos a que llegaran”.

Al llegar al hospital le hicieron una resonancia magnética, las pruebas de violación e hicieron un examen de ojos, ya que tenía el izquierdo muy hinchado. La agresión fue tremenda: su atacante le fracturó la nariz en cuatro lugares, le dejó hematomas en los ojos y la cara, y arañazos en el cuerpo.

La policía de Madrid le dio prioridad a su caso, según cuenta, y la llevaron al sitio del suceso para que identificase la ubicación exacta del ataque. Allí encontraron algunas de sus cosas, así como rastros de sangre. El equipo forense tomó muestras de ADN y otras evidencias.

Luego, participó en una rueda de reconocimiento. “Miré a los ojos del hombre. Habrá un juicio en el futuro, pero por ahora, él está detrás de las rejas y se quedará allí hasta el día de su juicio. Más tarde, viendo imágenes de video desde el paseo en autobús, vi al hombre verme durante todo el viaje”, expresó.

Sicignano, que ha viajado por su cuenta durante muchos años a varios países, afirma que nunca pensó que algo semejante pudiese pasarle a ella. “Soy fuerte, inteligente e independiente. Nada de eso importa cuando estás a merced de un hombre que quiere hacerte daño. Esto es real. Esto sucedió. Eso sucede. Y por desgracia, seguirá pasando”.

La joven asegura que no permitirá que “esto rompa mi espíritu” . “Esa noche no me definirá”, escribió en Facebook.

“Pero las cosas van a cambiar para mí. Nunca volveré a beber hasta el punto en el que baje la guardia”, sostiene.

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