Una nueva depresión tropical se forma en el Caribe y podría llegar a Florida como huracán

El Centro Nacional de Huracanes muestra en imágenes satelitales la formación en las últimas horas de la depresión número 16 en el Mar Caribe y pronostica que se moverá hacia el norte en el Golfo de México y se convertirá en huracán este fin de semana.

El Centro Nacional de Huracanes informó la formación de la depresión tropical número 16 en el Mar Caribe.
El Centro Nacional de Huracanes informó la formación de la depresión tropical número 16 en el Mar Caribe.
Imagen NOAA

La temporada de huracanes 2017 sigue activa y amenazadora: este miércoles, el Centro Nacional de Huracanes con sede en Miami (CNH) anunció la formación de la depresión tropical número 16 en el sur del Mar Caribe y pronostica que se moverá hacia el norte, en dirección a EEUU y podría llegar como huracán a Florida este fin de semana.

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Este miércoles siguió fortaleciéndose y hubo una aceleración de sus vientos, que ya llegan a 39 mph.

A partir de las 11:00 am (ET) el centro de esta depresión se localizaba a unas 210 millas al sureste de la frontera entre Nicaragua y Honduras.


El fenómeno se mueve en dirección noroeste a unas 7 mph. El pronóstico del CNH indica que el sistema se convertirá en el huracán Nate.

Actualmente rige una advertencia de tormenta tropical en las costas del este de Nicaragua y Honduras, en donde se esperan de 15 a 20 pulgadas de lluvias en ciertas zonas, por lo que se pronostican peligrosas inundaciones.


En Estados Unidos, áreas de las costa sobre el golfo de Florida, Alabama, Mississippi y Louisiana podrían verse afectadas este fin de semana o principios de la semana que viene.

En lo que va de 2017 tres huracanes del Atlántico han impactado EEUU. Primero fue Harvey, que tocó tierra como categoría 3 en Texas el 25 de agosto pasado, causando inundaciones generalizadas muy severas, particularmente en la ciudad de Houston y sus alrededores.

Luego siguió Irma que llegó como categoría 4 el 10 de septiembre a los Cayos de Florida y se traslado hacia el norte por la costa oeste de la península y luego moviéndose hacia el centro del estado, causando amplios daños a la infraestructura de los cayos y destrozos en el sur de Florida.

El último fue María, que pasó por Puerto Rico como categoría 4 y dejó a la isla y a sus casi 3.5 millones de habitantes sin electricidad, con las comunicaciones interrumpidas y sumidos en una catástrofe sin precedentes en el último siglo.