Por Ronny Rojas, Mariano Zafra y Luis Melgar
Junio, julio y agosto, en pleno verano, son los meses cuando hubo más tiroteos masivos en Estados Unidos, en los últimos tres años. La tercera parte de todos los ataques ocurrió en ese período.
En total, desde el 2013 y hasta el pasado 2 de diciembre -cuando murieron 14 personas en San Bernardino, California- se produjeron en suelo estadounidense 1,054 matanzas, que cobraron 1,349 vidas y dejaron un saldo de 3,824 heridos.
Así lo evidencia un análisis de la Unidad de Datos de Univisión, con información de la plataforma digital Mass Shooting Tracker, administrada por el grupo de Reddit, Guns Are Cool.
Los datos muestran una diferencia notable en la cantidad de ataques en invierno y verano. Cada año, el promedio mensual de tiroteos se sitúa entre 28 y 29.5. Pero, a partir de mayo, ese número aumenta hasta alcanzar el punto máximo en julio y agosto, mes en el que se llegaron a producir hasta 51 incidentes (2014). En octubre es cuando comienzan a disminuir.
¿Por qué los tiroteos masivos aumentan en verano?
Dos especialistas consultados por Univisión, de forma separada, coinciden en dos motivos: el calor provoca más agresividad en ciertas personas. Y en verano hay más gente en las calles, durante más horas, lo que potencia la generación de conflictos.
“La gente se pone agresiva cuando hay más calor. No hay clases y hay más personas ociosas, principalmente jóvenes. Hay más gente en el parque y en las canchas, hasta tarde y aumentan las posibilidades de conflictos”, explicó Carlos Canino, agente especial a cargo de la oficina de la Agencia de Tabaco y Armas de Fuego (ATF) en Miami.
“Desde mis años de experiencia, le puedo asegurar que en los veranos siempre hay más trabajo”, dijo Canino, quien también detalló que los autores de estos tiroteos son, en su mayoría, jóvenes de entre 17 y 24 años.
El sociólogo Dinur Blum, que estudia en la Universidad de California-Riverside, el fenómeno de los tiroteos masivos también coincide en el fenómeno de calor como un detonante.
“El clima sí es un factor. La gente se enoja por cosas más pequeñas. Es fácil que alguien enojado o con mucho estrés supere un nivel de agresividad y explote en muy poco tiempo”, dijo.
Blum contó que de 1,000 tiroteos que ha estudiado, 950 fueron provocados por hombres, la mayoría de entre 18 y 25 años. “Hemos notado que los atacantes masculinos, por lo general, responden a impulsos. Mientras que las pocas mujeres que estuvieron envueltas en este tipo de matanzas presentan un historial de estrés más largo y pasivo, hasta llegar a un punto máximo y explotan”, explicó.
La relación entre violencia y agresividad con la alta temperatura ambiental ha sido estudiada desde 1995 por el sicólogo estadounidense Craig Anderson.
En 2003, en su informe "Calor y Violencia", Anderson concluyó que el clima caliente aumenta los sentimientos de hostilidad y los pensamientos agresivos de las personas. También señaló que un mejor control de las altas temperaturas en prisiones, escuelas y lugares de trabajo podría reducir las agresiones en esos lugares.
La hipótesis de Blum y su colega de estudio, Christian Gonzalez Jaworski, es que el estrés y el aislamiento social son los principales detonantes de dichos tiroteos.
California, el estado con más ataques
Los datos muestran que California es el estado donde hubo más matanzas en los últimos tres años, con 124 y un saldo de 168 muertos y 466 personas heridas. Le siguen Illinois, Florida, Texas y Nueva York.
En cuanto a las ciudades, Chicago es la que más ataques padeció, 49 con 32 fallecidos y 211 heridos, seguida por Nueva Orleans, Detroit, San Luis y Baltimore.
Sin embargo, al analizar la tasa de víctimas (muertos y heridos) por cada 250,000 habitantes, los datos evidencian que Nueva Orleans es la que ocupa el primer lugar.
Mass Shooting Tracker, la plataforma que proovee los datos analizados, define un tiroteo masivo como un incidente en el que cuatro o más personas murieron o resultaron heridos, incluyendo al atacante.
