La muerte de niños: la consecuencia más terrible del aumento de la violencia armada en Houston

La ciudad de Houston, como la mayoría de las principales ciudades del país, batalla con un aumento de crímenes violentos como consecuencia de la pandemia y el descontrol con las armas ilegales en las calles. Las autoridades han anunciado planes para frenar el fenómeno. Mientras tanto, entre las víctimas de esas balas se van sumando niños.

Video Revelan imágenes del asalto que provocó el tiroteo en el que murió la niña Arlene Álvarez

Houston vive una "crisis de salud pública" por el repunte de la criminalidad. Lo admitió a inicios de mes el alcalde Sylvester Turner, en una rueda de prensa en la que estuvo flanqueado por las autoridades policiales de la ciudad. Después ese día, 2 febrero, la violencia de las armas continuó sumando muertos y heridos. Entre ellos, cinco menores de entre 9 y 15 años.

Arlene Álvarez, de 9, es una de ellas. El día de San Valentín iba en el auto con sus padres. Un hombre que era atracado en un cajero de banco cercano disparó contra la pickup donde viajaba la niña con su familia y una bala la impactó. Dijo que creyó que el ladrón huía en ese vehículo y por eso le apuntó.

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La niña fue trasladada a un hospital. El martes murió.

"Es un dolor que no le deseo a nadie. Mi niña era mi todo, mi mejor amiga, yo no tenía amigas por dedicarme a mis hijos, a mi trabajo, a mi esposo. Me duele mucho. Esto no fue cosa de Dios, me la arrebataron por un enojo y rabia que tenía ese hombre porque estaba disparando sin control", dijo la madre, Gwen Álvarez.

Video "Me estaba preparando para su cumpleaños y terminé organizando un funeral": madre de Arlene Álvarez


Después de Arlene, un menor de 15 años también fue baleado cuando alguien disparó desde otro carro.

Y antes, el 4 de febrero, uno de 11 años fue asesinado en el estacionamiento del edificio en el que vivía, cuando bajó al carro de su madre a buscar un suéter que había olvidado. Se llamaba Darius Dugas, era el menor de tres hermanos. Acababan de llegar a su casa ese día a las 6:00 pm. Un minuto después de que bajara, se escucharon disparos. Su familia corrió al aparcamiento. Lo encontraron muerto.

Testigos dijeron a la policía que habían visto a un adolescente huir del lugar. Creen que quería robarlo.

"Desearía que todos ustedes (los criminales) le den más valor a la vida. No solo hieren a los padres de alguien sino a una comunidad (...) También le causarán dolor a sus familias", declaró a un medio local la madre de Darius, Brenetta Francis.

Otros niños resultaron heridos —en febrero— mientras viajaban con sus familias en el carro, como Arlene. Ashanti Grant, de 9 años, es una de ellas. Los médicos la indujeron a un coma y sigue hospitalizada. En la lista hay otro menor de 13 años, cuyo nombre se desconoce, que esperaba en el auto cuando llegó una persona y disparó varias veces. Hay uno más de 15 años que resultó herido cuando alguien disparó de carro a carro.


Esa es solo la lista de febrero. En enero, los registros del Departamento de Policía de Houston y reportes de prensa cuentan entre los heridos de bala a un bebé de un año y su hermana de seis; un niño de siete años, que fue herido en un tiroteo dentro de un apartamento en el sureste de Houston; y la sobrina de cuatro años de George Floyd, que recibió un impacto de bala mientras dormía cuando alguien disparó varias veces contra su apartamento.

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Univision Noticias pidió a la Policía cifras del número de menores que habían sido baleados este año, pero no las tenían disponibles.

En ascenso: el homicidio

Cifras del Departamento de Policía de Houston muestran cómo el homicidio casi se duplicó en dos años.

El alcalde Turner explicó el 2 de febrero que la pandemia, la inseguridad económica y el aumento de las armas ilegales podían explicar, en parte, el aumento de los crímenes violentos: "No hay respuestas fáciles ni iniciativas en marcha que puedan frenar este comportamiento (...) Seré claro: el crimen violento es un problema de salud pública que empeoró con la pandemia y las armas en nuestras calles".

"Desde el inicio del año, nuestra ciudad se siente todo menos segura. Por momentos nos hemos sentido en una ciudad bajo asedio por la ola de crímenes violentos que se está expandiendo en el país y nos impacta en Houston", agregó.

Hasta el 17 de febrero de 2022, la Policía contaba 65 homicidios en Houston. Para la misma fecha de 2021, sumaban 47; en 2020, eran 43.

"Estamos viviendo tiempos violentos", dijo Turner, al contar que, por esos días, tres policías de Houston habían sido heridos por una persona que tenía un arma automática y les disparó varias veces. El jefe de la Policía, Troy Finner, remató al decir que en un solo fin de semana de 2022 ocurrieron 11 homicidios: "Aún estamos tratando de recuperarnos de eso".

Para bajar la incidencia de delitos, las autoridades de la ciudad anunciaron distintas iniciativas, como la de 'Un Houston seguro'. La alcaldía autorizó a la Policía sumar 125 oficiales más a diario para patrullar en las zonas de mayor incidencia. Y para sacar las armas ilegales de la calle, Turner dijo que invertiría un millón de dólares en un programa de compra a quienes las tengan.

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Mientras las autoridades esperan por resultados ante sus estrategias para controlar el crimen, los padres de los niños muertos por la violencia de las armas viven incrédulos su duelo. Sin parar de llorar, Gwen Álvarez pidió esta semana justicia por la muerte de Arlene y también por la de otros niños. "Es algo que yo miraba en las noticias. Nunca pensé que iba a pasar por esta experiencia (...) Muchas víctimas que están en la calle, no se merecen esto".

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