En pleno siglo XXI uno creería que no queda nada por descubrir sobre la anatomía humana, pero un grupo de investigadores de los Países Bajos podría haber identificado nuevos órganos: un par adicional de glándulas salivales localizadas entre la cavidad nasal y la garganta.
¿Un nuevo órgano? Investigadores descubren en el centro de la cabeza glándulas desconocidas hasta ahora
Se trata de un par adicional de glándulas salivales localizadas entre la cavidad nasal y la garganta. De corroborarse, el hallazgo sería el primero de este tipo en siglos.


Hasta ahora se pensaba que solo había tres glándulas de este tipo: un par cerca de los oídos, uno debajo de la lengua y otro bajo la mandíbula. Pero, al examinar tejidos mediante un equipo tecnológico que permite visualizarlos con gran precisión, Matthijs Valstar, cirujano e investigador del Instituto de Cáncer de los Países Bajos y sus colegas, sin quererlo, detectaron lo que parece ser un cuarto par. Algo que luego pudieron confirmar al diseccionar cadáveres humanos y, después, en unos 100 pacientes que formaron parte del estudio publicado el mes pasado en el Journal of Radiotherapy and Oncology.
De confirmarse que en efecto se trata de glándulas salivales no antes detectadas, sería el primer hallazgo de esta magnitud en tres siglos, advierte un reportaje de The New York Times.
No obstante, algunos expertos consultados por ese medio advierten que es necesario investigar más, ya que el estudio contó con una muestra limitada.
¿Desapercibidas durante siglos?
¿Cómo es posible que hayan pasado desapercibidas todo este tiempo? “ La ubicación no es muy accesible y necesitas tecnología muy sensible para detectarla”, explica al Times Wouter Vogel, oncólogo del Instituto de cáncer de los Países Bajos y uno de los autores del estudio en cuestión.
Como su nombre sugiere, las glándulas salivales producen la saliva que lubrica la boca, facilita el habla, ayuda a tragar los alimentos y cumple con otras importantes funciones para el organismo.
Se trata de tejidos muy delicados que pueden quedar comprometidos con la aplicación de la radioterapia en pacientes con cáncer de garganta o cabeza, de ahí a que se requieran imágenes de mucha precisión para estas terapias.
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El descubrimiento de un par adicional de estas glándulas podría explicar por qué muchos pacientes que se someten a radioterapia en esta zona terminan con tos crónica o problemas al tragar, algo que los médicos podrían tratar de evitar si saben de la existencia de estas estructuras- explica Vogel al New York Times.
“Para la mayoría de los pacientes técnicamente debería ser posible evitar dar radiación en esta ubicación recién descubierta del sistema de las glándulas salivales de la misma manera en que evitamos las glándulas conocidas”, dice Vogel en un comunicado del Instituto de Cáncer de los Países Bajos y aclara que el próximo paso determinar de qué modo se pueden “esquivar” estas nuevas estructuras que han bautizado como “glándulas tubarias”.




















