El ritmo circadiano (la alternancia entre el sueño y la vigilia), juega un papel decisivo en la diseminación de células tumorales, de acuerdo con un nuevo estudio elaborado por investigadores suizos que podría tener grandes implicaciones e influir en el momento del día en que se administran algunos tratamientos.
Metástasis del cáncer de mama empeora durante el sueño nocturno
Las células tumorales del cáncer de mama se diseminan en mayor medida durante las fases de reposo nocturno y son más agresivas cuando se descansa, según un nuevo estudio que puede tener importantes implicaciones para el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad.

Los investigadores aseguran haber encontrado “ un patrón sorprendente e inesperado” en la generación de células tumorales circulantes (CTC), clones de células cancerosas con la capacidad de viajar por el torrente sanguíneo tras desprenderse del tumor original que pueden alojarse en otros órganos del cuerpo y desencadenar un nuevo proceso tumoral.
Hasta ahora, se pensaba que las CTC se desprendían de manera constante, independientemente de la hora del día o de la noche, del tumor original en crecimiento (llamado primario) o a causa de ciertas agresiones mecánicas.
“Hemos descubierto que, tanto en pacientes con cáncer de mama como en modelos de ratón, la generación de CTC está muy restringida a la fase de reposo, y que las CTC en fase de reposo están dotadas de una proclividad metastásica mucho mayor en comparación con las CTC en fase activa”, señalan los autores del estudio, publicado el miércoles en la revista Nature.
Los investigadores han constatado que las CTC que se generan en la vigilia son menos propensas a provocar metástasis que las mismas células cuando se producen en la fase de reposo. También han determinado que es en las horas del sueño cuando se produce de manera espontánea la entrada de esas células tumorales en el torrente sanguíneo.
Las metástasis son lo que permite que un tumor envíe células a los vasos sanguíneos para que originen nuevos tumores. Nueve de cada diez muertes se deben a este proceso, así que los descubrimientos sobre cómo se produce son clave.
Vínculo entre el ritmo circadiano y el cáncer
Esta investigación también clarifica el papel de las hormonas que regulan el ritmo circadiano, como la melatonina, ya que “dictan” cómo se generan las CTC. Y es otra hormona, la insulina, la que promueve directamente la proliferación de las células tumorales.
Para elaborar este estudio, los investigadores tomaron dos muestras de sangre a 30 mujeres con cáncer de mama con y sin metástasis, una por el día y la otra de noche. Los resultados muestran que los niveles de células tumorales en sangre son mucho mayores de noche, y que además estas células son mucho más agresivas.
Los investigadores completaron la investigación con ratones. También en estos animales las células tumorales resultaron mucho más activas durante los periodos de descanso (en su caso de día, ya que los ratones on más activos de noche).
En 2014, un equipo del Instituto Weizmann de Israel demostró una conexión entre las hormonas del descanso y la expansión del cáncer, según explica el diario español El País. Los investigadores demostraron con su trabajo con ratones de laboratorio que administrar la misma droga oncológica reducía los tumores más o menos dependiendo de si se administraba de día o de noche.
Aún se ignoran los mecanismos concretos que explican estas observaciones. Sin embargo, una disciplina emergente, llamada cronoterapia, estudia la confluencia de la enfermedad, las terapias aplicadas y el momento del día y la noche.
















