"Ellos lo mataron": hija de un mexicano que murió de covid-19 demanda a centro de cuidados alegando negligencia

La familia del inmigrante Ricardo Saldaña, de 77 años, presentó una querella contra el centro donde estaba desde 2014. Afirman que una enfermera del lugar estuvo expuesta al virus y que pusieron en su cuarto a un paciente contagiado.

Video "Sentí que me clavaron 100 cuchillos en mi corazón": hija de un mexicano muerto en ancianato

Con un nudo en la garganta, Jackie Saldaña describe el funeral de su padre Ricardo, quien el 13 de abril falleció a causa del coronavirus en un hospital de Los Ángeles, California. Lo sepultaron a finales de ese mes y debido a la pandemia sus familiares lo despidieron desde sus autos. “Fue muy triste”, lamenta ella.

“Me despedí de mi papá en el hospital Glendale Memorial, por teléfono (…) Lo único que le dije es que lo quería mucho y que íbamos a estar bien. Él se estaba muriendo, no podía respirar y se murió”, relata con pesar Saldaña, en una videoconferencia. “Es una pesadilla (…) Mi familia está devastada”, agregó.

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Su padre, el inmigrante mexicano Ricardo Saldaña, de 77 años, se contagió de covid-19 mientras estaba en el asilo de ancianos Glenhaven Healthcare Center, en la ciudad de Glendale.

Aunque varios brotes del virus han ocurrido en estos centros en todo el país, los Saldaña presentaron este jueves una demanda en la Corte Superior del condado de Los Ángeles alegando que Glenhaven fue negligente a la hora de proteger a su familiar y que por ello perdió la vida.

La querella reclama que la administración del lugar ocultó que seguía trabajando allí una enfermera que estuvo expuesta al coronavirus en otro asilo, que colocaron a un paciente infectado en la habitación de Saldaña y que un tiempo le prohibió a su personal usar mascarillas y guantes negando el alcance real de la contingencia.

Ricardo Saldaña, con un sombrero, en una foto familiar.
Ricardo Saldaña, con un sombrero, en una foto familiar.
Imagen Suministrada/ Familia Saldaña


“Mi padre debería estar aquí, ellos lo mataron”, reclamó Jackie Saldaña en la conferencia. “Presenté esta demanda para prevenir que esto les suceda a otros y salvar vidas”, añadió.

Su abogado Scott Glovsky asegura que encontró tras una investigación independiente que Glenhaven está vinculada con la muerte de hasta 15 ancianos desde que inició el brote. Esa cifra no ha sido confirmada ni por las autoridades de salud del condado de Los Ángeles, ni por la administración de ese asilo de ancianos.

Glovsky alega que el centro minimizó la pandemia y que por eso no les permitió a sus empleados y pacientes protegerse adecuadamente. “En una reunión le dijeron al personal que el coronavirus no era un problema serio, que era como la influenza y que nadie enfermaría”, dijo el abogado, afirmando que recibieron esta información de los propios trabajadores del lugar.

“Voy a seguir luchando por él”

La hija del inmigrante fallecido contó que antes presentó una denuncia sobre las condiciones en Glenhaven ante el Departamento de Salud de este condado, pero duda que le hayan hecho caso. La agencia no respondió a este medio sobre si ha recibido quejas contra dicho centro o si llegó a iniciar una investigación.

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Ricardo Saldaña emigró a este país siendo un adolescente, hace más de 50 años. Sus seres queridos lo describen como un hombre apegado a su familia, trabajador, amable, noble, amante de la música mexicana y que ayudaba a los demás.

En mayo de 2014 él sufrió una embolia y estuvo internado en el hospital Verdugo Hills. Unas semanas después fue dado de alta y lo transportaron al asilo Elms Convalescent Hospital, que unos años después fue adquirido por Glenhaven.

Con el tiempo logró cierta mejoría: caminaba, pero solo pronunciaba dos palabras: sí y no. Su hija Jackie lo iba a visitar a menudo. Hasta la tarde del 13 de marzo, cuando se emitió la orden de quedarse en casa en California. Fue la última vez que lo vio en persona. A finales de ese mes él se contagió del covid-19.

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Ella siguió estando al pendiente de su salud por medio de videollamadas en WhatsApp. “Las primeras dos semanas se miraba estable. Entre finales de marzo y principios de abril, se veía horrible (…) Su cara lo decía todo, que tenía dolor, estaba incómodo y quería irse de allí”, describió.

Carrie Marks, administradora de Glenhaven, dijo en un comunicado enviado a Univision Noticias que debido a leyes federales y estatales no podía hablar sobre ninguno de sus residentes.

Lo que sí subrayó es que los empleados del asilo, a quienes catalogó de “héroes”, están capacitados para atender a todos los residentes con profesionalismo. “Estamos extremadamente orgullosos de nuestro servicio continuo a nuestros pacientes y a la comunidad en un momento de enormes desafíos para los proveedores de atención médica en nuestro país”, expresó Marks.

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Esta demanda se interpone cuando el gobernador de California, Gavin Newsom, sigue considerando una controvertida propuesta que les daría inmunidad jurídica a los asilos de ancianos del estado, lo cual les salvaría de quejas penales relacionadas con la pandemia. Un vocero de su oficina se comprometió a verificar el estatus de la iniciativa, pero no se comunicó con este medio hasta la publicación de esta nota.

Los Saldaña advierten que no quitarán el dedo del renglón hasta que se haga justicia en el caso de su familiar. La demanda se presentó en nombre de sus tres hijos. “Entraño todo de mi padre”, dice su hija Jackie haciendo una pausa por el llanto. “Luchó hasta el final y voy a seguir luchando por él”.