En su primer año de gobierno, Donald Trump ha viajado más en avión, tomado más vacaciones y disfrutado de más juegos de golf que su antecesor, Barack Obama.
Trump criticó a Obama por sus viajes de ocio y él ya lo sobrepasó: analizamos los vuelos del presidente
El mandatario ha viajado dentro de EEUU casi un tercio más que su predecesor. Buena parte de sus viajes los dedicó a mítines para su reelección en 2020, una estrategia sin precedente en las últimas décadas.


En lo que va del año, el presidente se dezplazó dentro de EEUU a bordo del Air Force One, el avión presidencial, 65 veces, según una revisión de Univision Noticias con datos de la Casa Blanca, C-Span y medios de prensa hasta el 8 de diciembre de 2017. Se trata de casi 20 viajes más que Obama en el mismo periodo.
El conteo de los viajes incluye los que hizo para promover sus políticas nacionales, las giras para participar en distintas ceremonias o el tiempo libre que tomó.
Más de la mitad de sus vuelos dentro del país tuvo fines políticos, como apoyar candidatos republicanos, impulsar reformas o mítines con sus partidarios, que parecen parte de una campaña presidencial adelantada.
Para promover su propuesta fiscal, Trump visitó Dakota del Norte, Indiana, Pennsylvania y dos ciudades de Missouri. En tres de esos estados, el presidente obtuvo victorias holgadas en las elecciones del 2016, con más de 15 puntos de diferencia sobre Hillary Clinton.
Obama, por ejemplo, durante su primer año dedicó seis de sus viajes exclusivamente para hablar de la Ley de Cuidado Asequible (Obamacare), y tomó vuelos para vacacionar en tres ocasiones. La otra vez que voló y descansó fue un viaje al oeste del país en el que visitó varios estados para hablar sobre su reforma de salud.
Trump es, además, el primer presidente en la historia en buscar la reelección un mes después de asumir el cargo. Este año ha dedicado casi un 20% de sus viajes a organizar eventos que son mítines de campaña.
El primero lo celebró una noche de febrero en Melbourne, Florida, cuando pareció haber inventado un atentado terrorista en Suecia y atacó abiertamente a los medios de comunicación.
Trump sumó su noveno rally el pasado 8 de diciembre, en Pensacola, Florida. Ninguno de sus antecesores organizó mÍtines con fondos de su campaña para la reelección antes del tercer año como presidente.
El republicano está en una campaña continua desde que fue elegido en noviembre del año pasado. Eso y su afición al golf es determinante en la diferencia de viajes sobre Barack Obama.
El tiempo en juegos de golf
En 2011, el actual presidente de Estados Unidos se quejaba cuando Obama jugaba golf. Sin embargo, irónicamente, ahora Trump dobló los números de viajes del demócrata para prácticar este deporte, según indica la plataforma Trump Golf Count.
El sitio web, dedicado a contar los juegos de golf de Trump, confirma 36 ocasiones, y cuenta otras 28 veces en las que la prensa menciona que el presidente está en el green.
En cuanto a las vacaciones, Trump también es el vencedor. El expresidente Obama, quien vio sus vacaciones familiares interrumpidas numerosas veces, solo se tomó 26 días en su primer año en la Casa Blanca. En agosto pasado, ya Trump había tomado 53 días de descanso entre viajes a sus campos de golf y sus vacaciones de 17 días en el Trump National Golf Club en Bedminster, Nueva Jersey.
El republicano visita sus propiedades regularmente. Los números del contador de visitas a propiedades del magnate, que publicó CBS, señala que el presidente ha pasado 109 días en sus complejos hoteleros, la mayoría (80%) en sitios con campos de golf.
Este año, después de una solicitud de información y una demanda para obtener los documentos, la organización conservadora Judicial Watch estableció que cada hora de vuelo del Air Force One –el avión en el que vuela Trump– cuesta $142,380.
Un viaje al club Mar-a-Lago, en Florida, donde el presidente tiene su casa de descanso, suele tardar entre 4 y 6 horas, lo que tendría un precio promedio de $711,900. Este recorrido la ha hecho seis veces.





