Cientos de miles de empleados federales volvieron al trabajo este lunes luego de 35 días de incertidumbre debido al cierre de gobierno. Mientras algunos estuvieron trabajando sin sueldo, otros hicieron cambios para sobrevivir. Pero las dudas sobre otro posible cierre aún no los dejan respirar tranquilos.
“Nada será igual”: los empleados federales temen por su futuro pese a la reapertura del gobierno
Aunque la mayoría de los trabajadores recibirá su pago atrasado, la incertidumbre de un nuevo cierre ha cambiado su estilo de vida y planes futuros, dicen.

Ha sido uno de los inviernos más duros para los empleados federales a lo largo del país. La Casa Blanca prometió que para el viernes la mayoría recibirá sus salarios (dos cheques en total).
Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, el cierre de gobierno costó 11,000 millones de dólares, lo que incluye la falta de ingresos para trabajadores federales, retrasos en el gasto del gobierno y una reducción de la demanda.
De acuerdo al reporte eso se traducirá en un golpe de 3,000 millones de dólares (0.1%) a la economía en el cuarto trimestre de 2018. Para el primer trimestre de 2019 la agencia proyectó un impacto de 8,000 millones de dólares (0.2%).
“No contamos”
Jorge Rivera trabaja en el Centro de Detención Metropolitano de Guaynabo en Puerto Rico. En una entrevista con Univisión Noticias mostró su frustración con la situación actual y la incertidumbre futura.
“Estoy muy tenso porque no sabía cuándo esto se iba a acabar. Cuando anunciaron que llegaron a un acuerdo uno siente un alivio, pero también hay mucha inseguridad”, reconoció.
Como muchos otros trabajadores, Rivera priorizó y atrasó los pagos que pudo durante el cierre. Pero ahora que ya regresó a su trabajo, no está tranquilo.
“ Es difícil hacer planes con la posibilidad de que esto vuelva a ocurrir y que no tenga fin. Una de las cosas más difíciles es no saber cuánto tiempo puede durar. Si, por ejemplo, sabes que es por un mes puedes hacer ciertos planes, buscas empleo por otro lado por 30 días. Pero no se puede con la incertidumbre”, explicó Rivera.
Al pensar en una alternativa como dejar el gobierno por el sector privado, Rivera dice que siente que no tiene opciones, ya que ha trabajado por más de 25 años en este sector. “Tengo 52 años, empezar una carrera nueva en este punto es difícil”, dijo.
Una nueva encuesta realizada por ABC News y The Washington Post durante el cierre mostró que sólo un 37% de los estadounidenses aprueban el trabajo del presidente Donald Trump, mientras un 58% lo rechaza.
Pero a la hora de asignar culpas Rivera no enuncia ni a demócratas ni a republicanos. Sí deja ver en cambio entrever su molestia por la desconexión que ve entre el gobierno y las personas como él.
“Me molestó cuando escuché al secretario de comercio Wilbur Ross decir que los empleados federales pidieran préstamos. Yo me pregunto qué banco me va a dar un préstamo a mí con un talonario que dice cero ingreso. Hay una desconexión de la administración con la gente común y corriente. Con eso lo que entiendo es que nosotros no existimos”, explicó.
No de nuevo
Sindicatos y representantes públicos están tratando de asegurarse que en caso de otro cierre de gobierno los trabajadores federales estén más protegidos.
La Federación Americana de Empleados Federales (AFGE) presentó una demanda para que puedan compensar los daños producto del impacto financiero del cierre de gobierno.
La demanda alega que el gobierno federal violó la ley al exigir que algunos empleados federales trabajaran sin paga durante el cierre. “Estos empleados, y otros empleados que se consideran "exceptuados", desempeñan una variedad de funciones críticas y, a menudo, peligrosas, incluidos los oficiales correccionales, los agentes de seguridad de la TSA, los empleados de FEMA, los agentes fronterizos y de inmigración, y muchos más”, explicó AFGE.
El número de empleados que trabajó sin paga bajo el cierre de gobierno llegó a 450,000, y otros 350,000 debieron dejar de trabajar esperando la resolución de la crisis.
La Federación Nacional de Empleados Federales NFFE-IAM también presentó una demanda colectiva contra el gobierno federal debido a que no pagó el salario mínimo y las horas extraordinarias a los empleados que trabajaron en el cierre.
Otro sector de los trabajadores afectados por la crisis fueron en su mayoría contratistas, quienes hasta ahora no recibirán paga.
The Washington Post estimó que unas 10,000 empresas tienen contratos con el gobierno. El número de empleados contratados para trabajar a través de estas empresas aún no está claro.
Políticos como Mike Blake, asambleísta del distrito 79 de Nueva York y candidato a defensor del pueblo en la ciudad presentó una propuesta como parte de su campaña, donde contempla asistencia a través del seguro de desempleo para los trabajadores afectados por futuros cierres de gobierno, incluyendo contratistas.
“Aunque la mayoría recibirá su sueldo, los guardias de seguridad, contratistas y personas de limpieza no tendrán el mismo beneficio. Mi propuesta consiste en proteger a todos los empleados federales, no sólo a los trabajadores con permiso”, aseguró a Univisión Noticias.
“Es una manera de mostrarles a las personas de color, a quienes ahora se sienten ignorados después de este cierre de gobierno, que ellos también cuentan. Estoy muy confiado de que una propuesta como esta prosperará, sobre todo después de lo que vimos en los aeropuertos de Nueva York”, agregó.
La sombra de otro cierre de gobierno no está lejos. Trabajadores como Rivera lo saben y los cambios para disminuir el impacto de otra crisis ya están en curso.
“Yo salía con mi familia a comer y pasear en los negocios locales. Ahora ya no lo hacemos y aunque el cierre se haya terminado, los planes no son volver a la rutina como si nada hubiera pasado, porque en tres semanas esto puede volver de nuevo”, concluyó.















