Antes de salir a Washington para su reunión del martes con el presidente Donald Trump, en una entrevista de radio, el presidente Javier Milei se deshizo en elogios sobre el apoyo de EEUU por salvar a Argentina de "la franquicia local del socialismo del siglo XXI" y aseguró que “habrá una avalancha de dólares (…) Nos van a salir los dólares hasta por las orejas".
El 'rescate' de Trump a Milei: ¿necesaria movida financiera o descarada injerencia política?
El presidente Donald Trump, en su reunión con el argentino Javier Milei, dejó claro que la asistencia financiera de Washington a Buenos Aires no será "tan generosa" si los libertarios pierden el control político en la nación sudamericana en lo que muchos ven un descarado mensaje intervencionista en asuntos internos argentinos.

La fuente de esa cornucopia financiera de la que se ufana Mile es el Tesoro de EEUU, que acordó un “intercambio de divisas” (money swap) mediante el cual Washington dará $20,000 millones a cambio de una cantidad equivalente de pesos por un tiempo determinado para apuntalar las reservas del país sudamericano.
El mandatario argentino tenia dos objetivos con su visita a la Casa Blanca: negociar exenciones o reducciones en los aranceles impuestos por Estados Unidos a productos argentinos y ver cómo se implementará esa línea de intercambio de divisas para apuntalar el peso argentino, reponer sus agotadas reservas de divisas extranjeras y apuntalar la posición de Milei antes de las cruciales elecciones intermedias, que se llevarán a cabo a finales de este mes.
Y al menos uno de ellos, el rescate financiero, parece estar asegurado, aunque condicionado a que las fuerzas que respaldan a Milei, La Libertad Avanza y otros grupos conservadores, puedan mantener el suficiente control para asegurar la continuación del proyecto libertario, que en muchos puntos coincide con el de Trump.
De hecho, durante la reunión con Milei en la Casa Blanca, Trump amenazó con retirar la asistencia a Argentina si la política interna argentina no sigue favorece a Estados Unidos en sus próximas elecciones, algo inusual en la política exterior estadounidense que no suele expresar preferencias electorales en asuntos de otras naciones.
Trump advirtió que Estados Unidos no "perdería el tiempo” actuando con generosidad hacia Buenos Aires si Milei no prevalece y regresara la "filosofía que metió a Argentina en este problema", en aparente referencia al 'peronismo'.
MAGA, pero en español
“Es inexplicable que el presidente Trump esté apoyando a un gobierno extranjero, mientras cierra el nuestro”, dijo la senadora demócrata Elizabeth Warren, de Massachusetts, en un comunicado el jueves en referencia al hecho que desde hace dos semanas la burocracia federal está cerrada por falta de presupuesto aprobado en el Congreso.
Para muchos, esa explicación radica más en lo ideológico que en lo económico. Bajo el gobierno de Milei, Argentina se ha transformado en uno de los aliados más cercanos del gobierno de Trump, con estrategias similares con drásticas reducciones en el gasto estatal y ataques contra la ideología progresista, algo que le ha ganado seguidores entre los conservadores de Estados Unidos.
Pero las sospechas de algunos quedaron confirmadas el martes cuando Trump dijo que si Milei pierde "no vamos a ser generosos con Argentina", dijo Trump desde la Sala del Gabinete mientras se preparaba para almorzar con Milei.
El propio presidente reconoció que el objetivo de la ayuda fue "simplemente asistir a una grandiosa filosofía a tomar el control de un gran país", anulando las explicaciones técnico-financieras que en su momento aportó el secretario del Tesoro, Scotte Bessent, al explicar la necesidad de darle asistencia a Buenos Aires.
Lo que no quedó claro es si el presidente se refería a que Milei y su proyecto prevalezca en las venideras elecciones para renovar el Congreso o la posibilidad de que el mandatario argentino gane la reelección en 2027.
El rescate financiero que puede ser un salvavidas político para Milei
La preocupación de Trump, y la urgencia con la que Washington abordó el rescate, se debe a que el proyecto político de Milei sufrió una importante derrota a principios de septiembre en las elecciones en la provincia de Buenos Aires, la más importante del país, donde perdió por un margen de casi 14% ante las fuerzas de izquierda nucleadas en torno al Partido Justicialista, el llamado ‘peronismo’.
Milei había planteado esos comicios como una prueba a su gestión de casi dos años al frente del gobierno en la que ha puesto en marcha una política de shock, reduciendo subvenciones, controles al comercio y planes de inversión pública que, al tiempo que han enfriado la economía y aumentado el desempleo, ha logrado controlar la endémica inflación que padecen los argentinos.
Pero la derrota en Buenos Aires, por un margen mucho mayor de lo que se esperaba, puso nerviosos a sectores financieros que respaldan las políticas de Milei y temen una eventual vuelta de prácticas más intervencionistas desde el Estado que han caracterizado a los gobiernos del ‘peronismo’.
Alarmados de que esto pudiera anunciar el fin del apoyo popular al programa de libre mercado de Milei, los inversores se deshicieron de los bonos argentinos y vendieron el peso.
El Tesoro de Argentina comenzó a quemar reservas tratando de apuntalar al peso y mantener su tipo de cambio dentro de la banda de negociación establecida como parte del reciente acuerdo de $20,000 millones del país con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Argentina es un aliado sistémicamente importante de Estados Unidos en América Latina, y el Tesoro de los Estados Unidos está dispuesto a hacer lo que sea necesario dentro de su mandato para apoyar a Argentina", escribió en un sorpresivo mensaje en su cuenta en X, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, el 22 de septiembre, cuando la situación argentina parecía indetenible.
El Tesoro de EEUU al rescate de Milei
Un día después, el 23 de septiembre, mientras estaba en la ciudad de Nueva York para asistir a la Asamblea General de las Naciones Unidas, Milei se reunió con Trump en un encuentro pleno de mutuas alabanzas. Acto seguido, Bessent, prometió a Argentina un salvavidas de $20,000 millones que permitió que los inversionistas respiraran aliviados.
Además, la semana pasada, el gobierno estadounidense tomó inusual decisión de intervenir en el mercado de divisas de Argentina para ayudar a contener la hemorragia, algo que también había dejado planteado como posibilidad Bessent.
El jueves, Bessent anunció que Washington permitiría que Argentina intercambiara pesos hasta por $20,000 millones, lo que, en principio, se entiende como una línea de crédito y no un préstamo automático.
Al insistir en que el éxito del programa de Milei era "de importancia sistémica", Bessent informó que el Tesoro además compró directamente una cantidad no especificada de pesos.
Washington no suele rescatar otras economías
Es tan solo la cuarta vez desde 1996 que Washington compra la moneda de otro país, según el Banco de la Reserva Federal de Nueva York.
Estados Unidos ha brindado asistencia financiera a países extranjeros en el pasado, generalmente cuando la estabilidad de la economía global está en riesgo o cuando un aliado geopolítico cercano, como México, se encuentra en una situación financiera difícil y podría perjudicar a los acreedores e inversores estadounidenses.
Pero ese no parece ser el caso argentino actual, porque, a pesar de la calificación de "sistémicamente importante" que hace Bessent de Argentina, se trata de un país que no tiene gran impacto en la economía estadounidense.
En 2024, el intercambio comercial bilateral fue de $26,100 millones, según la Oficina del Representante Comercial de EEUU. (Con México el intercambio fue de $935,000 millones ese mismo año).
Eso lo hace un momento incómodo en Washington, porque a la Casa Blanca le resulta difícil manejar la percepción pública de rescatar a un país moroso y reincidente, mientras en casa está en medio de un cierre del gobierno federal que ha provocado despidos masivos con el argumento de “ahorrar dinero”.
Es el mismo argumento del ahorro y reducción de gastos que ha usado la Casa Blanca desde el regreso de Trump para desmontar programas de asistencia internacional de décadas, despedir a decenas de miles de trabajadores públicos, eliminar agencias enteras que se suponen protegidas por leyes del Congreso.
Milei gana tiempo (y dinero) hasta las próximas elecciones
El gobierno argentino teme que una moneda débil ponga en peligro su emblemático logro de domar la inflación y perjudicar la popularidad del proyecto político que Milei encabeza.
Con el respaldo de Washington, Milei espera evitar lo que muchos economistas ven como una inevitable devaluación de la moneda hasta después de las elecciones legislativas intermedias, que se realizarán del 26 de octubre.
Porque es probable que una devaluación del peso alimente un resurgimiento de la inflación y con ello el descontento ciudadano que castigaría a la gente de La Libertad Avanza, de Milei.
"Milei va a Estados Unidos en un momento de desesperación", dijo a la agencia de noticias AP Marcelo J. García, analista político y director para las Américas de la consultora de riesgo político Horizon Engage.
"Necesita recrear las expectativas del mercado y mostrar que su programa puede ser sostenible (…) Trata de ganar algo de tiempo para llegar a las elecciones intermedias sin correcciones de rumbo importantes, como devaluar o dejar flotar el peso".
No está claro qué condiciones, si es que hay alguna, ha impuesto el gobierno de Trump al acuerdo de intercambio de divisas, que los legisladores demócratas y otros críticos han calificado como un ejemplo de cómo el mandatario republicano recompensa a sus incondicionales a expensas de los contribuyentes estadounidenses.
Tampoco se sabe cómo Argentina, que es el mayor deudor del FMI, terminará pagando a EEUU por estos $20,000 millones, que se suman al préstamo del FMI por la misma cantidad en abril, que, a su vez, se sumó a un préstamo anterior del FMI por $40,000 millones.
A pesar de toda la ayuda, el gobierno de Milei no cumplió con los objetivos iniciales del FMI para reconstruir las reservas de divisas.


