Dos exfuncionarios niegan que escondieran documentos a Trump, como indica Bob Woodward en su nuevo libro

El ex secretario de gabinete de la Casa Blanca, Rob Porter, acusó a Bob Woodward de presentar un “cuadro selectivo y muchas veces engañoso” de la Casa Blanca de Donald Trump en su nuevo libro ‘Fear’, que salió a la venta este martes.

Porter, quien en febrero tuvo que dejar su trabajo en la presidencia a raíz de denuncias de abuso doméstico de sus dos exesposas, es uno de los personajes que, según el libro de Woodward, tenía como misión proteger al presidente de su comportamiento impulsivo, incluso ocultándole documentos para evitar que los firmara.

“Como secretario de gabinete, yo era responsable de manejar el flujo de documentos desde y hacia la Oficina Oval y de asegurarme que cualquier cosa que se le pidiera al presidente que firmara eestaán debidamente verificadas”, dijo Porter en una declaración que difundió para contrarrestar la versión del emblemático periodista, quien junto a Carl Bernstein destapó el escándalo del Watergate que terminó con la renuncia del presidente Richard Nixon en 1974.

De acuerdo con lo que se cuenta en ‘Fear’, Porter y el exdirector del Consejo Nacional de Economía Gary Cohn ocultaron documentos que estaban listos para firmar, como uno que habría activado el retiro de EEUU del tratado de libre comercio con Corea del Sur y que el equipo presidencial consideraba que ponía en peligro la seguridad nacional.

Ante el desmentido que ya dieron otros citados en el libro, como el jefe de gabinete John Kelly o el secretario de Defensa Jim Mattis, Woodward había dicho que es una reacción “lógica” entre funcionarios que buscan conservar sus cargos en el gobierno.

“La sugerencia de que hubo materiales ‘robados’ del escritorio del presidente para evitar que los firmara no entiende cómo funciona el proceso de revisión de documentos de la Casa Blanca, y cómo ha funcionado por al menos las últimas ocho administraciones”, asegura Porter.

Porter rechaza que la presentación de argumentos contrarios a las opiniones del president hayan sido una expresión de “resistencia” a la autoridad de Trump y que no formaba parte de ninguna facción disidente dentro del gobierno como la que se asegura que existe en el artículo de opinión anónimo publicado la semana pasada por The New York Times

“También era mi responsabilidad ayudar a asegurar que los puntos de vista relevantes fueran considerados, los pro y los contra evaluados, las propuestas políticas fueran apropiadamente revisadas y que el presidente pudiera tomar decisión basado en la información completa”, algo que para Porter no implica “contrarrestar” la autoridad presidencial.

Además, el exfuncionario hizo en su comunicado una defensa del estilo de Trump, de quien dijo que promovía “robustas discusiones” y hacía “oportunas preguntas”.

El sitio web Axios obtuvo también obtuvo una declaración de Cohn, quien aseguró que el libro de Woodward no es una relato “exacto” de su paso por el gobierno, aunque no desmintió puntos específicos de lo que cuenta el periodista.

“Este libro no dibuja con precisión mi experiencia en la Casa Blanca. Estoy orgulloso de mi servicio a la administración Trump y sigo apoyando al presidente y su agenda económica”, indica Cohn.

Sin embargo, el exasesor, a diferencia de Porter, no indica cuáles son las inexactitudes en las que habría incurrido Woodward.

De acuerdo con medios que citan fuentes de la Casa Blanca, luego de que se conocieran los primeros extractos del libro de Woodward en los que se destacaba el supuesto trabajo coordinado de Porter y Cohn para esconder documentos delicados, el presidente habría expresado con furia su decepción porque los dos exfuncionarios hubieran filtrado información al periodista.