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Miedo en la Casa Blanca: el libro sobre explosivas revelaciones dentro del gobierno de Trump

Asesores que roban cartas del escritorio del presidente para evitar que firme una decisión que sería "una catástrofe" para el país, militares que le explican que de acatar sus órdenes se desataría la Tercera Guerra Mundial y exasesores que narran las personificaciones ofensivas que hace el presidente de sus subalternos, son solo algunos de los apartes del libro 'Fear: Trump in the White House'.
4 Sep 2018 – 06:14 PM EDT
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En el libro ‘Fear: Trump in the White House’ (‘Miedo: Trump en la Casa Blanca), del periodista ganador dos veces del premio Pulitzer, Bob Woodward, queda detallado una especie de oscurantismo que se ha esparcido en las entrañas de la Casa Blanca. En sus 448 páginas se narra cómo al interior del recinto oval los asesores del presidente Donald Trump roban documentos de su escritorio para evitar que sean firmados, lidian con insultos y apodos ofensivos, describen estar en un lugar lleno de depredadores, de trabajar como si estuvieran a punto de caer en un abismo y, cuando deciden que no pueden más, denuncian ser acusados de traición.

Después de más de 100 horas de entrevistas grabadas, de conversar con una decena de asesores y personas cercanas a Trump -muchas de las cuales aún trabajan con el presidente, por lo que sus nombres son protegidos- de obtener documentos e incluso acceder a notas escritas por el puño y letra del presidente, Woodward hace revelaciones hasta ahora desconocidas que parecen reforzar una idea: la falta de experiencia del presidente hace temblar a todos dentro de la Casa Blanca.

El título del libro se deriva de una declaración que el entonces candidato presidencial Trump dio en una entrevista con Woodward y el reportero también de The Washington Post Robert Costa en 2016: "El poder real es, no quisiera usar la palabra: 'Miedo'".

Lejos de ser escenas de ficción de novelas de espías, el libro de Woodward se adentra en hechos reportados como reales en los que, el ex secretario del gabinete Rob Porter y el ex asesor económico Gary Cohn desaparecieron cartas del escritorio que el presidente debía firmar como única manera de detener una debacle. Una de las cartas sustraídas, y de la que el presidente ni habría notado su ausencia, era la misiva que de ser firmada habría sacado a Estados Unidos de un estratégico acuerdo comercial que mantiene con Corea del Sur.

Lo mismo habría ocurrido con otro documento que justamente requería la firma del presidente para retirar a Estados Unidos del Nafta, el tratado de comercio con México y Canadá. En esa ocasión, según describe el libro, Porter habría consultado con Cohn que ante los hechos y la imposibilidad de otra maniobra tomó una decisión: “no puedo detener esto, simplemente voy a quitarle el papel de su escritorio”.

El ex secretario del gabinete Rob Porter salió de la Casa Blanca por acusaciones de violencia doméstica, pero antes de dejar su trabajo lanzó una tajante sentencia que queda muy bien consignada en el libro: “Esto no es una presidencia, esto no es la Casa Blanca, esto es un hombre siendo lo que es”.

La seguridad nacional, en peligro

“Lo hacemos para evitar la Tercera Guerra Mundial”, le responde el secretario de Defensa, Jim Mattis, a su jefe Donald Trump. Es 19 de enero, están reunidos en el Consejo de Seguridad Nacional y el presidente no se cansa de invalidar y criticar la significativa presencia militar que Estados Unidos tiene en la Península de Corea. De hecho, pregunta por qué no se deja de invertir del todo en la región. Luego viene la contundente respuesta del jefe del Pentágono.


Con todo el arsenal desplegado en Corea del Sur Estados Unidos es capaz de detectar un misil lanzado por Corea del Norte en siete segundos en comparación a los 15 minutos que le tomaría si solo se operara con los radares dispuestos en Alaska.

Las explicaciones parecían no valerle al presidente. Al final de la reunión, narra Woodward, “Mattis estaba particularmente molesto y alarmado, y les dijo a sus colegas que el presidente actuaba y tenía el entendimiento de un niño de quinto o sexto grado”.

La queja de Mattis no es, sin embargo, la única que se oye en el libro, en el que más bien el caos y la sensación de frustración parece ser una constante de la mayoría de los que trabajan cerca de Trump. El jefe de gabinete John F. Kelly parece perder con frecuencia la compostura y lanzar ataques al presidente: "Es un idiota. No tiene sentido tratar de convencerlo de nada. Ha perdido la cordura. Estamos en Crazytown. Ni siquiera sé por qué alguno de nosotros está aquí. Este es el peor trabajo que he tenido ".

Otro de los momentos difíciles referentes a asuntos militares fue cuando se confirmó un nuevo ataque químico del régimen de Siria contra su población civil. Poco después de saberse de uno de los más letales en abril de 2017, Trump le dijo al secretario de defensa -según reseña el libro- que asesinaran al líder sirio Bashar Al Asad: "Matemos al (hijo de p...)", parece decir el mandatario.

Mattis tuvo que hacer la aclaración a sus subalternos de que no se haría "nada de eso".

Woodward en su libro también reseña la orden que dio Trump de preparar los planes para una ataque preventivo a Corea del Norte cuando las relaciones estaban en su peor momento debido a la continuación de la pruebas nucleares y de misiles balísticos por parte del régimen de Kim Jong Un.

En un tuit, el presidente Trump publicó en la tarde de este martes la reacción de Mattis a lo que señala el libro, que indirectamente califica como literatura de ficción.

"Mientras soy servidor público en este gobierno, la idea de que yo podría enfrentarme al comandante en jefe electo, el presidente Trump, o tolerar irrespeto a la oficina del presidente desde nuestro Departamento de Defensa es producto de la rica imaginación de alguien", dice parte del comunicado firmado por Mattis.

También en un breve comunicado, de la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dice: "Este libro no es más que historias inventadas, muchas de antiguos empleados descontentos a quienes se les dice que hagan que el presidente se vea mal. Si bien no siempre es bonito, y es raro que la prensa realmente lo cubra, el presidente Trump ha roto el proceso burocrático para lograr éxitos sin precedentes para el pueblo estadounidense. A veces no es convencional, pero siempre obtiene resultados. Los demócratas y sus aliados en los medios entienden que las políticas del presidente funcionan y que con un éxito como este, nadie puede vencerlo en 2020, ni siquiera acercársele", dice Sanders en el comunicado tuiteado por el presidente.


El jefe de gabinete, John Kelly, dijo que la idea de que haya llamado al presidente "idiota", tal como reseña el libro "no es verdad" sino lo contrario al afirmar que está comprometido con la agenda del presidente y con el país.

No hay quien se escape de los insultos

Entre todas las revelaciones y detalles del libro, lo que menos parece sorprender es que el presidente se refiera a sus subalternos y opositores políticos mofándose de ellos y usando improperios. Sus comportamientos al respecto han sido largamente reportados por la prensa y por sus exasesores. Sin embargo, Woodward entra en detalles describiendo incluso cómo el presidente inflaba el pecho, aceleraba la respiración y cambiaba la voz para burlarse de su ex asesor de seguridad H.R. McMaster, o empezaba a hablar con un acento distorsionado y casi incomprensible para burlarse del fiscal general, Jeff Sessions.


“Se viste como un vendedor de cerveza”, “es un retardado mental”, “es un estúpido sureño”, “es como una rata, solo merodea alrededor”, "es un maldito imbécil", son algunas de las frases del presidente Trump sobre sus trabajadores y asesores que el libro pone en contexto de cómo y por qué fueron dichas.

En resumen, el libro que saldrá a la venta en librerías nacionales el 11 de septiembre parece resumirlo todo en su título: en la Casa Blanca de Trump todo se reduce a una palabra: miedo.

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