La oficinista de las 11,000 empresas
Leticia Montoya, oficinista de Mossack Fonseca, figura en el registro público panameño en 10,967 sociedades creadas por la firma. Pese a ello Montoya vive en el popular barrio de Vacamonte y tiene un salario de 900 dólares mensuales según un documento del bufete de abogados fechado en diciembre de 2015.
Una masiva filtración de documentos de Mossack Fonseca pone al descubierto como miles de empresas fueron creadas en paraísos fiscales y operadas usando las firmas de un puñado de empleados de bajo nivel, cuyo papel central era ocultar la identidad de sus dueños reales. Así lo demuestra la investigación conjunta de 109 medios de comunicación de todo el mundo bajo la coordinación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).
La minuciosa revisión de 11.5 millones de archivos de la firma durante un año permitió comprobar que la actividad principal de ese Mossack Fonseca es la creación de empresas de papel. Son sociedades hechas a medida para sus clientes; en muchas ocasiones políticos corruptos, defraudadores o narcotraficantes. Para hacer posible la ocultación, uno de los resortes fundamentales de ese mecanismo son los llamados directores nominales. Se trata de personas que por una retribución aparecen como directores, tesoreros o en otros cargos de estas sociedades.
Documentos de pagos a varios directores, obtenidos por medio de ICIJ, muestran que reciben pagos mensuales, no por cada una de las sociedades en las que participan.
Al aparecer estas personas en la documentación de la empresa, el verdadero dueño de la misma, el llamado beneficiario final, puede abrir cuentas en los bancos sin que estos asocien la sociedad o sociedades interpuestas a él. El abogado y ex presidente de la antigua Comisión nacional de valores de Panamá, Carlos Barsallo, explica que la ley del país exige un mínimo de tres directores en todas las sociedades, pero que estos “no tienen que ser accionistas de la compañía, es decir, que hay una divorcio, el director no es el accionista, el dueño de la compañía, y puede ser cualquier persona”.

Cómo funciona una fábrica de sociedades
48 oficinas en 33 países, uso de paraísos fiscales, diseño de entramados empresariales. Descubra cómo funciona el bufete panameño Mossack Fonseca.
VEA EL GRÁFICO

Así funciona una fábrica de sociedades
48 oficinas en 33 países, uso de paraísos fiscales, diseño de entramados empresariales. Descubra cómo funciona el bufete panameño Mossack Fonseca.
VEA EL GRÁFICO

Cómo funciona una fábrica de sociedades
48 oficinas en 33 países, uso de paraísos fiscales, diseño de entramados empresariales. Descubra cómo funciona el bufete panameño Mossack Fonseca.
VEA EL GRÁFICO
Algunas de estas personas que prestaron su firma como parte de su labor en el bufete llegaron a figurar en más de 5000 empresas, algo que es en sí mismo sospechoso si atendemos a lo que señala Barsallo. “En derecho corporativo se debate en cuántos directorios puede estar una persona y se discute si tres empresas es demasiado, porque el tiempo no da”, dijo en entrevista con Univision Investiga. “Entonces, algunos piensan que una persona en miles de sociedades no puede hacer la labor de un director, sin embargo, tiene la responsabilidad de un director”, señaló.
La prestanombres más prolija
Leticia Montoya es la persona que aparece en más empresas de las creadas por la firma. A Montoya el hecho de que su firma aparezca en las sociedades le ha supuesto verse implicada en varios escándalos. En el 2014 tuvo que declarar ante una corte de Nevada en relación a una supuesta trama de ocultación de dinero presuntamente ilícito desviado por el Gobierno de Cristina Fernandez de Kirchner, lo que en Argentina se conoce como "la ruta del dinero K". Montoya declaró no tener mayor información sobre las 123 sociedades que el fondo NML sostiene que podrían ser del empresario kirchnerista Lázaro Báez, pese a aparecer firmando en muchas de ellas. Su nombre también figura en compañías implicadas en los escándalos de la FIFA.
( Vea este video fuera de Estados Unidos aquí )
En octubre de 2009 el diario uruguayo La Republica publicó: “Estudio panameño es investigado por lavado”. La información hacía referencia a un escándalo relacionado con el político Pedro Bordaberry. La información citaba la presencia de Leticia Montoya en el esquema societario que facilitó la ocultación del dinero obtenido presuntamente de manera ilícita. En una comunicación interna de Mossack Fonseca tildan a ese diario de “amarillista” y proponen “no prestar mayor cuidado” a las informaciones dado que se trata de “un cliente importante de nuestra oficina en Uruguay”. El mismo correo explica que las sociedades citadas en el documento tienen “Junta Directiva nuestra”, en referencia al uso de empleados prestanombres para la firma, incluyendo a Montoya.
El secretismo es una de las claves de este negocio. Quizá por ello cuando un equipo de la cadena Fusion (una cadena de Univision y ABC) acudió a la casa de Montoya fue recibido con desagrado y les instaron a abandonar el lugar. Señalaron que estaban hartos de la presencia de periodistas. En los días previos a esa visita otros medios de comunicación habían visitado la vivienda con el objeto de recabar la posición de Montoya y como parte de la investigación conjunta que lleva el nombre de #PanamaPapers. Uno de los equipos que acudió al barrio de Vacamonte fue de la televisión francesa Premieres Lignes. Ellos se encontraron con una mujer que negó ser Leticia Montoya pero que fuentes de Univision Investiga cercanas a la firma, con quien compartimos la imagen, reconocieron como la empleada de Mossack Fonseca.
Otros casos llamativos
Además de Montoya Mossack Fonseca utiliza otros directores comodines. Los documentos revelan que la firma utilizo incluso sociedades con una directora que había fallecido. Entre los empleados de la firma que figuran como directores con mayor número de sociedades destacan otros como Francis Perez, con un registro de 10.544 empresas o Katia Solano, jefa de personal de la firma, quien figura en más de 5000 sociedades.
Entre los documentos aparecen también otros empleados usados como directores, tales como Vivian Scott, Michelle Wong, Imogene Wilson o Marta Edghill. La firma conserva documentos en blanco con la firma de estos dos últimos empleados. En uno de ellos, firmado por Edghill y por Wilson pero sin fecha, puede leerse: “Yo, Marta Edghill e Imogene Wilson, presentamos nuestra resignación como directores y oficiales de su compañía con efecto desde la fecha de esta carta y confirmamos que no tenemos reclamación alguna contra su empresa por la pérdida de la posición”.
Univision Investiga acudió a la dirección proporcionada por Edghill y por otros empleados como Wong o Scott, pero no les localizó en esas viviendas. La dirección que si coincidía con los registros era la de Ray Taylor, quien declaró, en un documento bancario, cobrar 475 dólares mensuales, mientras consta como director de miles de empresas. Al preguntar por él nos atendió su esposa, quien declaró no saber nada de la participación de su marido en este entramado empresarial y afirmó estar “sorprendida” ante nuestras preguntas. “Ni él me ha dicho nada ni yo sé nada de eso” concluyó.
Directores fuera de plantilla
Otro de los directores nominales que aparecen en documentos de Mossack es el abogado panameño Ricardo Icaza, quien durante años prestó servicios de “director nominal externo” para la firma. En este esquema Mossack utiliza personas que no trabajan en sus oficinas, pero aceptan ganar una comisión anual por aparecer como miembros de algunas compañías.
“Un día decidí que me sacaran, porque como director nominee no tengo control de qué están haciendo. En realidad el trabajo de director nominee es firmar”, dijo Icaza, quien aseguró haber terminado su relación con la firma a finales del año pasado.
Según Carlos Barsallo estos prestanombres podrían estar en apuros si una de las empresas en las que figuran incurriese en algún delito. “Como la ley no distingue [entre directores reales y directores nominales], estos directores tienen la responsabilidad que dan dos normas jurídicas que dice que son responsables personalmente de bastantes cosas y esa responsabilidad la asumen por el solo hecho de ser directores. Y para librarse de ellas tienen que demostrar que han hecho una debida diligencia, que son directores que han actuado en la mejor buena fe, cumplido sus deberes fiduciarios y cuidando de la empresa”.
*Esta nota se escribió en conjunto con Peniley Ramírez, de Univision Investiga.