La estrategia racial de Trump del “ellos contra nosotros” está más viva que nunca

"Trump lleva semanas anunciando el inicio de redadas en varias ciudades del país para detener a inmigrantes con órdenes finales de deportación, acción que para Trump es un capítulo más del reality show que es su presidencia".

El vicepresidente Mike Pence en su encuentro con oficiales de la Patrulla Fronteriza en Donna, TExas. 12 de julio de 2019.
El vicepresidente Mike Pence en su encuentro con oficiales de la Patrulla Fronteriza en Donna, TExas. 12 de julio de 2019.
Imagen VERONICA CARDENAS/REUTERS

El domingo, el presidente Donald J. Trump conminó a congresistas demócratas progresistas a regresar “a los países infestados de crimen de donde vinieron”. Aunque Trump no las nombra, se refería a las cuatro congresistas electas en los comicios intermedios de 2018: Alexandria Ocasio Cortés, nacida en Nueva York y de ascendencia puertorriqueña; Ayana Pressley, de Massachusetts; Ilhan Omar, de Minnesota; y Rashida Tlaib, de Michigan. Solo Omar es inmigrante y llegó aquí como refugiada de Somalia a los 10 años de edad. Es ciudadana estadounidense.

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Es obvio que para Trump ser estadounidense equivale a ser blanco. Y es esa premisa la que mueve su estrategia de campaña, ahora de reelección, así como su estrategia política y sus decisiones de política pública, especialmente en materia migratoria.

De hecho, Trump lleva semanas anunciando el inicio de redadas en varias ciudades del país para detener a inmigrantes con órdenes finales de deportación, acción que para Trump es un capítulo más del reality show que es su presidencia, para infligir terror entre la comunidad inmigrante y demostrar ante sus seguidores que está cumpliéndoles lo prometido. De hecho, para garantizarles que su plan de promover división guiará su campaña de reelección.

No hay que olvidar que fue Trump quien encabezó la campaña que cuestionó la ciudadanía estadounidense del expresidente Barack Obama afirmando que había nacido en Kenia, como su padre, y no en Hawaii.

Trump no dudó en atacar a un senador federal, luego candidato y luego presidente estadounidense, abogado constitucionalista egresado de Harvard y nacido en Hawaii de madre estadounidense y padre africano.

La absurda idea de cerrar la frontera
Jorge Ramos

&quot;Modernizarse y prepararse. Este es el camino para un cambio. No más muros y cierres fronterizos (...) La pregunta crucial es si, de verdad, Estados Unidos quiere seguir siendo un país de inmigrantes. Ahora es el momento de demostrarlo&quot;. <br/>

La Florida merece una política migratoria equilibrada y justa
Daniel Morcate

&quot;DeSantis correctamente considera que la Florida confronta un problema de inmigración que debe atenderse. Pero muchas de sus propuestas solo servirían para alimentar temores irracionales de los floridanos a los inmigrantes y castigar duramente a personas que ya han sufrido el trauma de abandonar a la fuerza sus países de origen y de viajar en condiciones precarias; y a aquellos floridanos que buscan brindarles un aterrizaje blando en nuestro estado&quot;.

Esto no es una invasión
Jorge Ramos

&quot;Ya estamos advertidos: los inmigrantes seguirán llegando y en números muchos más grandes cuando se levante el Titulo 42 (que ha permitido las deportaciones exprés). Así que es preciso estar preparados. (...) Al final de cuentas saltarse el muro, como lo acabo de presenciar, es lo más fácil de todo&quot;.

Del simbolismo y las promesas hay que pasar a la acción en el tema migratorio
Maribel Hastings y David Torres.

&quot;Biden está entre la espada y la pared. Por un lado, la mayor parte de los asuntos que intenta resolver mediante acciones administrativas y ejecutivas está trabada en los tribunales, como el caso del Título 42. Entretanto, las políticas que ha implementado no han caído bien entre muchos sectores pro inmigrantes por considerar que son una extensión de las nefastas políticas de su antiinmigrante antecesor, Donald Trump&quot;.

El ala extremista republicana se empieza a devorar a sí misma
Maribel Hastings y David Torres.

&quot;Esa confrontación entre radicales peligrosos hace pensar en una catástrofe política republicana, pues aunque alguna de las dos facciones fracasara, se prevé de antemano que nada los hará ceder sobre el tipo de país que quieren diseñar a partir de ahora, lo que nada tiene que ver con el Estados Unidos que ha apostado por la diversidad sustentada en la democracia&quot;.<br/>

Donald Trump en la boleta de noviembre
Daniel Morcate

&quot;El exmandatario está presente en el discurso radical y a menudo violento de algunos candidatos, activistas y simples ciudadanos. Está en las denuncias y los temores a ese discurso y la violencia que este genera entre personas influenciables o mentalmente perturbadas&quot;.

Razones insuficientes
Julio Túpac Cabello

&quot;Las poblaciones a las que les toca abandonar su tierra para hacerse de una vida casi siempre son marginales en el sentido literal de la palabra: han quedado al margen: de la economía, de sus propiedades, de la educación, de la bancarización. Por una guerra cruenta, por una dictadura miserable, por una pobreza estructural que lo deja sin horizonte&quot;.

Razones insuficientes

Opinión
3 mins
Solo un acuerdo bipartidista este año puede salvar a los dreamers
Astrid Silva y Erika Andiola.

&quot;El presidente Biden probablemente evitará la deportación en masa de los beneficiarios de DACA y los dreamers, o eso esperamos. Pero incluso si estas se evitaran en los próximos años, el presidente Biden deberá volver un proyecto en ley en vez de intentar establecer otro programa temporero que probablemente será detenido por los tribunales, tal y como parece ser su actualización de DACA&quot;.

El domingo afirmó que las congresistas demócratas progresistas deben “regresar” a los países de “donde vinieron”, aunque ese país sea Estados Unidos. “Regrésate a tu país” es la frase preferida de los prejuiciosos, y muchos hemos sido el objetivo, sobre todo al hablar español en público, aunque seamos ciudadanos estadounidenses.

¿Qué pueden esperar entonces los inmigrantes al interior del país y los migrantes que arriban a la frontera o que ya están detenidos y hacinados en condiciones infrahumanas?

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Si su gobierno ni siquiera tiene compasión con niños y bebés migrantes detenidos en insalubres condiciones documentadas por el Inspector General del propio Departamento de Seguridad Interna (DHS), ¿hay quien todavía ponga en duda que el único objetivo de Trump es explotar políticamente la divisiva estrategia de “ellos contra nosotros” cimentada en el nativismo, el prejuicio y el racismo?

Y claro está, sus cómplices le siguen el juego. Solo hay que remitirse a la visita del vicepresidente Mike Pence a la frontera el pasado viernes. Mientras las cámaras de la prensa que cubre al vicepresidente mostraron las terribles condiciones de hacinamiento e insalubridad y los propios reporteros indicaron que la pestilencia era abrumadora y que incluso algunos agentes portaban máscaras debido al mal olor, Pence trató de minimizar las condiciones y, claro está, culpó a los demócratas por la falta de fondos para abordar la crisis. Incluso tachó de “deshonesto” un video de CNN del hacinamiento.

Solo había que ver el rostro de Pence al observar a los migrantes enjaulados. Parecía que quería salir corriendo. Pero tenía que completar la visita para hacer creer que hay compasión, cuando en realidad Trump está utilizando la crisis humanitaria con fines electorales. La imagen de rostros morenos hacinados le sirve a Trump en sus planes de promover miedo y prejuicio entre sus huestes.

Que Trump lo haga, a nadie sorprende, pero la hipocresía del evangélico Pence es indignante aunque no sorprendente. La prensa reportó que Pence también visitó un centro de detención de niños migrantes acompañado de su esposa y de tres senadores republicanos, Lindsey Graham, de Carolina del Norte; Mike Lee, de Utah, y John Cornyn, de Texas.

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The New York Times reportó que Lee le sirvió de intérprete a Pence, quien les preguntó si tenían comida y cuidados, a lo que los niños respondieron que sí. “Pero cuando les preguntó si tenían un lugar para asearse”, los niños movieron la cabeza en señal de no, según el diario.

“Dos niños le dijeron al Señor Pence que habían caminado por dos o tres meses para llegar a Estados Unidos, a lo que Pence respondió en inglés ‘God bless you’, y ‘gracias’ en español”, reportó The New York Times.

Me pregunto dónde Pence esconde su Biblia y los preceptos religiosos que tanto defiende, cuando le hace el trabajo sucio a Trump. Pence cumplió su cometido y dio la espalda al problema.

Pero el daño infligido, sobre todo el daño psicológico a los niños, ya está hecho.

Porque si algo ha demostrado Trump y su gobierno es que la crueldad y el prejuicio no tienen límites, así se trate de niños, o de expresidentes, o de congresistas que no llenen el molde racial que el presidente defiende. La estrategia electoral del “ellos (los de color) contra nosotros (los blancos)”, sigue vivita y coleando en los planes de reelección de Trump.

Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es). Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.