Un principio universal de todo individuo responsable es estar sujeto a restricciones presupuestarias. No gastar más de lo que ingresas termina siendo una clave indispensable para la estabilidad económica de un hogar.
Adicción a la deuda: el mayor problema en Washington DC
"Al igual que un individuo o una familia, el gobierno federal en Estados Unidos debería someterse a ciertos hábitos presupuestarios, pero desafortunadamente, hay presencia de burócratas incompetentes en Washington DC que administran nuestro dinero, y son verdaderos adictos a la deuda".

A pesar de ello, existen individuos y familias que, con el propósito de cumplir una meta, consolidar un crecimiento, o en la mayoría de los casos, satisfacer caprichos, ignoran este principio y contraen deudas que difícilmente terminan pagando en sus lapsos idóneos.
Al igual que un individuo o una familia, el gobierno federal en Estados Unidos debería someterse a ciertos hábitos presupuestarios, pero desafortunadamente, hay presencia de burócratas incompetentes en Washington DC que administran nuestro dinero, y son verdaderos adictos a la deuda.
Washington DC y su adicción a la deuda
En los últimos 100 años, la deuda federal estadounidense ha pasado de 408 mil millones de dólares en 1922 a más de 31 billones en 2023.
Para que lo entendamos de forma práctica: la deuda nacional es la cantidad de dinero que el gobierno federal ha pedido prestado para cubrir el saldo pendiente de los gastos incurridos a lo largo del tiempo.
Es decir, cuando los gastos superan a los ingresos, esto produce un déficit presupuestario. Para pagar este déficit, el gobierno federal toma dinero prestado vendiendo valores negociables como bonos del Tesoro, letras, pagarés, pagarés de interés variable y valores del Tesoro protegidos contra la inflación (TIPS). Por lo tanto, a medida que el gobierno federal experimenta déficits recurrentes, lo cual es habitual, la deuda nacional crece.
Límite de la deuda
Con la intención de evitar una deuda permanente que se extiende sin márgenes ni fin, a nivel legislativo se creó un instrumento denominado “límite de la deuda”.
El techo o límite de la deuda es la cantidad máxima de préstamos del gobierno. Establecido por primera vez por el Congreso durante la Primera Guerra Mundial, su objetivo era autorizar de forma general al Departamento del Tesoro a tomar dinero prestado hasta una cantidad determinada.
De manera muy simple, el límite o techo de la deuda termina siendo la cantidad de “números rojos” que el gobierno puede tener en un momento dado.
Dado que el límite de la deuda está por llegar a su tope, y teniendo en cuenta que una suspensión de pagos es muy peligroso debido a que los mercados financieros podrían descontrolarse, en medio de un congreso dividido por el control de los republicanos en la cámara de representantes y de los demócratas en el Senado, la negociación es un deber.
Biden vs republicanos
En la realidad política actual, existen dos alternativas muy claras. La izquierda estadounidense representada por Joe Biden, quien busca extender el límite de la deuda sin negociación, cambios, ni compromisos a futuro. Por el otro lado, la derecha estadounidense representada en esta negociación por el líder en la cámara de representantes Kevin McCarthy, quien exige recortes del gasto a cambio de elevar el techo de la deuda.
Aunque no le guste a Joe Biden ni a los demócratas, los republicanos recuperaron la Cámara de Representantes ganando una elección de medio término el pasado mes de noviembre. Dicha elección fue resultado de muchos meses de campaña donde los republicanos prometieron disminuir el gasto federal, y lograr una mayor estabilidad presupuestaria.
Plan de Joe Biden
Como todo socialista, el apetito de gasto de Joe Biden es insaciable. El pasado 7 de marzo hizo pública su propuesta presupuestaria. Y de hecho a través de su cuenta de Twitter escribió “Ya he presentado mi presupuesto. Los republicanos en el Congreso deberían hacer lo mismo”.
Lo que olvidó mencionar en su cuenta de Twitter es que dicho presupuesto no plantea un recorte responsable, sino un aumento exponencial de la deuda nacional.
De acuerdo a the Committee for a Responsible Federal Budget el presupuesto del presidente Joe Biden para 2024 provocaría un aumento de la deuda del país, que pasaría del 98% del PIB a finales de 2023 al 106% en 2027 y al 110% en 2033.
Plan republicano
Los republicanos exigen recortes del gasto a cambio de elevar el techo de la deuda. Antes de presentar un proyecto presupuestario escrito, Kevin McCarthy buscaba negociar directamente con Joe Biden y los demócratas ya que, con un gobierno dividido en el congreso, es la única forma realista donde un proyecto o propuesta puede avanzar.
Sin embargo, ante la negativa de los demócratas, Kevin McCarthy el pasado día miércoles propuso un plan para que Estados Unidos pida prestados otros 1,5 billones de dólares.
Simultáneamente, el gasto discrecional en programas no relacionados con la defensa se reducirían todos a los niveles del año fiscal 2022 y el crecimiento del gasto futuro se limitaría al 1% anual durante la próxima década.
Lejos de ser un plan lo suficientemente agresivo, Kevin McCarthy apuesta por una alternativa moderada y de corto plazo que frene las prevenciones de gasto masivo de la administración Biden.
Deuda: el impuesto futuro
No hay nada más inmoral que un gobierno adicto a la deuda, de hecho, algunos economistas califican la deuda de ser un impuesto futuro. Es dinero, que ha de ser pagado, y muchas veces quienes terminan pagándolo no consumieron la causa de ese endeudamiento, o no tuvieron voz, ejercicio ni voto en esas decisiones que construyeron la deuda.
Si los progresistas y demócratas de verdad se preocupan tanto por los jóvenes, como dicen hacerlo, tendrían mayor interés en disminuir ese apetito de gasto y adicción a deuda que claramente sufren en Washington DC.
Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.







