Ola de Frío
15 consejos para mantenerte saludable cuando hay frío extremo
Las bajas temperaturas, nevadas y tormentas nos hacen más propensos a enfermarnos. Las medidas para evitarlo van más allá de llevar ropa abrigada. Toma nota.
La hipotermia y el congelamiento son de las principales amenazas durante el invierno. Evítalos usando prendas apropiadas para estar al aire libre: abrigos, tejidos cerrados, capas de ropa liviana, guantes, gorro, bufanda y botas. En la imagen, peatones en Midtown Manhattan este 3 de enero de 2018.
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Para dormir también es necesario prepararse. Usa pijamas de franela, calcetines gruesos, ropa interior térmica y ten a mano un albornoz.
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Conoce las señales de la hipotermia: en adultos causa temblores, agotamiento, confusión, torpeza en las manos y para hablar, pérdida de la memoria y somnolencia. En bebés, piel fría y rojiza y poca energía.
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Si tú o tus familiares presentan signos de hipotermia y su temperatura es menor que 95°F, es una situación de emergencia. Los CDC (siglas en inglés de los gubernamentales Centros de Control de Enfermedades) recomiendan buscar atención médica inmediatamente.
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Si vives con niños o personas de la tercera edad, asegúrate de que estén bien abrigados y no se expongan: son más susceptibles de padecer las inclemencias del frío.
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Evita resfriados. Lava tus manos frecuentemente y vacúnate contra la influenza. Según los CDC, a partir de los 6 meses de edad, todas las personas deben vacunarse anualmente, incluso las embarazadas.
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Las bajas temperaturas y la calefacción puede resecar tu piel. No uses jabones fuertes, tampoco te bañes con agua demasiado caliente. Mantén piel y los labios hidratados con lociones o cremas.
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Haz ejercicio: es una manera de fortalecer el sistema inmunológico, reducir las hormonas del estrés y combatir el trastorno afectivo estacional.
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Duerme. Es lo mejor para mantenerse sano y ayudar a combatir las enfermedades de la estación.
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Aliméntate de forma balanceda para mantener una temperatura cálida. Toma bebidas calientes y dulces como chocolate caliente. Evita el alcohol: hace que tu cuerpo pierda el calor rápidamente.
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Prepara tu casa y protégete del monóxido de carbono. Revisa las chimeneas y sistemas de calefacción, asegúrate de que estén limpios. Instala detectores de humo.
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Identifica los síntomas de intoxicación por monóxido de carbono: jaquecas, mareos, debilidad, malestar estomacal, vómitos, dolor en el pecho y confusión. Ante cualquier duda, consulta al médico.
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Aléjate de los radiadores. Las personas, las mascotas, incluso los muebles deben mantenerse a una distancia prudencial de los calefactores, sean de pared o portátiles.
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Ventila tu casa, así esté haciendo frío. Es común que se acumulen toxinas provocadas por el humo de calefactores y estufas y la humedad. Abre las ventanas unos 10 minutos cuando pegue el sol.
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