Tiene 31 años viviendo solo en esta isla paradisíaca, ahora los nuevos dueños lo quieren desalojar

Un anciano de 81 años sigue empeñado en pasar sus últimos días en una paradisíaca isla en Italia, que ha vigilado día y noche desde 1989. Llegó por accidente y jamás regresó a su vida mundana. El nuevo dueño de la isla, el gobierno italiano, advierte que lo sacará para hacer construcciones.

La isla Budelli, en el Mediterráneo, ha sido el hogar de Mauro Morandi desde hace 31 años. Había vivido feliz hasta que el gobierno italiano le notificó que debe irse por trabajos de construcción en ese lugar.
La isla Budelli, en el Mediterráneo, ha sido el hogar de Mauro Morandi desde hace 31 años. Había vivido feliz hasta que el gobierno italiano le notificó que debe irse por trabajos de construcción en ese lugar.
Imagen Getty Images

Las hermosas postales que la cámara de Mauro Morandi, de 81 años, ha capturado en una isla italiana en el Mediterráneo podrían quedarse en ese álbum digital que fue creando en las redes sociales. Ya le advirtieron que lo echarán de ese paraíso terrenal en el cual ha vivido desde hace 31 años.

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Morandi, quien en 1989 llegó accidentalmente en su catamarán a la costa de la isla Budelli y se quedó para suplir al antiguo cuidador del lugar, tiene los días contados allí: en 2016 el gobierno italiano se hizo cargo de ese territorio, lo agregó al Parque Nacional La Maddalena y volvió obsoleto el puesto del vigilante ermitaño. El nuevo administrador, le ha pedido que se vaya antes de que lo desalojen.

El plan de las autoridades es derribar la vieja cabaña en la cual ha vivido Morandi y construir un observatorio para los miles de turistas que llegan a la isla cada año. Mientras Morandi, mejor conocido como ‘El Ermitaño’, dice que no tiene pensado irse jamás, el gobierno ya le respondió que podrían sacarlo usando incluso la fuerza pública.

“Estoy listo para hacer todo lo posible para quedarme aquí, incluso si eso significa que tendrán que arrastrarme. No sabría a dónde más ir a vivir, ciertamente no regresaré a mi casa en el norte (de Italia), ni sé qué hacer. Esta es mi vida", dijo Morandi a la cadena CNN.

Este Robinson Crusoe moderno se volvió famoso desde que la banda ancha llegó a la isla como un servicio para los visitantes y él decidió compartir las bellezas de la isla Budelli en sus cuentas de Instagram, Facebook y Twitter. También se ha integrado al negocio turístico ofreciendo recorridos.


Más de 4,000 personas han firmado una campaña en Change.org que aboga para que lo dejen en su paradisíaco hogar, que le ha permitido estar lejos de la pandemia por el nuevo coronavirus que se ensañó con los ancianos en Italia y otros países europeos.

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“Ha vivido durante 31 años en la isla de Budelli para aislarse del mundo, cambiar las prioridades de su existencia y difundir a través de fotografías y de la información ofrecida a los turistas, la belleza y el milagro de la naturaleza incontaminada”, dice la campaña.

“¿Por qué tiene que irse? Podrían dejarlo como cuidador del sitio de construcción y al mismo tiempo no obligarlo a abandonar su hogar”, agrega.


Morandi, quien fue profesor durante su vida mundana, sigue siendo el único habitante de la isla. En 1989, en una fallida travesía en su catamarán con destino a Polinesia, llegó al lugar porque se averió el motor de su embarcación. Lo hizo justo cuando el antiguo vigilante estaba por retirarse.

Desilusionado de la sociedad moderna, vendió su barco, se quedó con el puesto de guardia y jamás regresó a su antigua casa en Italia. Se instaló, en cambio, en una playa de La Spiaggia Rosa, viviendo apenas con lo mínimo. Todo lo cambió por despertar con hermosos amaneceres y disfrutar día a día de una playa de arena rosada y agua azul turquesa.

A pesar de su aislamiento parcial, tuvo una relación a larga distancia con una mujer que lo visitaba una vez al año y se quedaba con él durante 15 días. Tras su ruptura, comenzó a compartir paisajes de la isla en las redes sociales. También empezó a acercarse a los visitantes y darles recorridos por lugares que solo él conocía.

Aunque muchos consideran a ‘El Ermitaño’ como parte de la isla Budelli, el gobierno italiano advierte que no cesará en su esfuerzo por sacarlo. “Nuestra prioridad es intervenir contra todas las construcciones ilegales dentro del parque, incluida la cabaña de Mauro (…) Tenemos que dar el ejemplo, proteger nuestro medio ambiente”, dijo Fabrizio Fonnesu, presidente del parque nacional La Maddalena, a CNN.

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El funcionario dijo al mismo medio que aún no hay una fecha establecida para el eventual desalojo de Morandi. Se prevé que las construcciones en la isla comiencen dentro de varios meses. Al terminar las obras le darían la oportunidad de solicitar nuevamente el puesto de vigilante.

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