Mientras Estados Unidos sigue buscando la posible causa de la filtración del covid-19 de las instalaciones del Instituto de Virología de Wuhan, el gobierno chino, bajo el escrutinio internacional por haber clasificado información sobre las investigaciones que ahí se realizan, ha sugerido que esa institución sería candidata al Premio Nobel.
Laboratorio de Wuhan: ¿premio Nobel de medicina o responsable de la pandemia?
El Instituto de Virología de Wuhan ha vuelto a ser el centro de atención como el posible origen de la filtración del coronavirus al darse a conocer que Pekín habría ordenado, en 2019, la firma de contratos de confidencialidad con sus empleados por los proyectos de investigación que ahí se realizan.

La semana pasada, Zhao Lijian, vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, aseguró en conferencia de prensa que “el equipo de Wuhan debería recibir el Premio Nobel de Medicina por su investigación sobre covid-19, en lugar de ser criticado”.

Lijian dijo que la secuencia del genoma del covid-19 fue identificada por primera vez por científicos chinos, “pero eso no significa que Wuhan sea la fuente del coronavirus, ni se puede inferir que el coronavirus fue creado por científicos chinos”.
“Si los que primero publican genomas virales de alta calidad fueran acusados de producir el virus, entonces el profesor Luc Montagnier, quien descubrió por primera vez el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), sería considerado el culpable del sida en lugar de recibir el Premio Nobel, y el Sr. Louis Pasteur, quien descubrió los microbios, sería responsable de las bacterias que causan enfermedades en todo el mundo”, añadió.
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El domingo pasado, la Academia de Ciencias (CAS, en inglés) china anunció la nominación del Instituto de Virología de Wuhan para entregarle su premio al logro excepcional en ciencia y tecnología por su trabajo sobre el covid-19.
Una nota publicada por el diario Global-Times, controlado por Pekín, afirmó que la científica Shi Zhengli, conocida en China como "mujer murciélago", y Yuan Zhiming, director del Laboratorio Nacional de Bioseguridad que forma parte del Instituto de Virología de Wuhan fueron seleccionados como los contribuyentes destacados en las investigaciones.
El CAS justificó la promoción al instituto porque “rápidamente llevó a cabo la identificación de patógenos después del brote de covid-19, completó la secuenciación completa del genoma del virus y el aislamiento del virus en poco tiempo y confirmó que el virus comparte el mismo receptor funcional que el virus del SARS”.

Información clasificada
Del otro lado del mundo, las sospechas de que el virus pudo haber salido del laboratorio chino volvieron a brotar cuando el diario The Wall Street Journal dio a conocer un reporte de inteligencia en el que decían que tres empleados del Instituto de Wuhan se enfermaron más de un mes antes de que los expertos hallaran los primeros casos de SARS-CoV-2.
Por su parte, este martes, The Washington Post reforzó la teoría de que el patógeno pudo salir del laboratorio de Wuhan en un trabajo en el que señala que la cantidad de información que ha sido considerada como clasificada por parte del gobierno chino ha complicado las investigaciones sobre si el virus habría escapado de alguna instalación.
El diario señala que en mayo de 2019 tuvo lugar una reunión entre empleados del Instituto de Wuhan en el que se comprometieron, a través de la firma de un documento, a resguardar información confidencial que ahí se generaba. Al evento, dice el diario, asistió un representante de la Administración Nacional China, del Partido Comunista, encargados de la protección de secretos de estado.
El nombre del oficial es Tang Kaihong. Fue él quien discutió los riesgos para la seguridad nacional que tenía el instituto y previno sobre la posible filtración de información por parte de espías extranjeros infiltrados en las instalaciones.
El periódico añade que “una revisión de los registros públicos del laboratorio y las pautas internas revela la existencia de proyectos clasificados no especificados y una discusión de las responsabilidades del laboratorio bajo la ley de secretos de estado de China”.
El secreto puede ayudar a explicar por qué los esfuerzos para confirmar o refutar la teoría de la filtración del laboratorio sobre los orígenes de la pandemia han hecho pocos progresos.
“Algunos registros mencionan protocolos para divulgar información a extranjeros y la reserva de algunos informes de investigación hasta por dos décadas”, señalaron.
Investigación lenta
La reserva de información clasificada sería, en parte, lo que explicaría el lento avance de los esfuerzos para explicar la hipótesis de que el origen del virus sería una filtración desde un laboratorio.
Como otros laboratorios en el mundo, incluyendo varios en Estados Unidos, el laboratorio de Wuhan lleva a cabo investigaciones con patógenos, lo que requiere una alta exposición de los empleados a espacios altamente contaminados.
The Washington Post asegura que muchos científicos occidentales “están a favor de la teoría de que la pandemia comenzó en la naturaleza, calificándola como la explicación más sencilla”. Sin embargo, reconocen que los accidentes de laboratorio ocurren con frecuencia.
En Estados Unidos, los reguladores estadounidenses registraron 219 liberaciones accidentales de “agentes selectos” —virus o toxinas mortales— y 13 muestras perdidas en el informe anual del Programa Federal de Agentes Selectos durante todo 2019.
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