El reformista Masoud Pezeshkian se convertirá en el nuevo presidente de Irán tras ganar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, superando al líder de línea dura Saeed Jalili.
¿Quién es el presidente elegido de Irán? Pezeshkian gana en segunda vuelta, en un momento de altísima tensión en Medio Oriente
Tras la muerte del presidente de Irán, Ebrahim Raisi, en un accidente de helicóptero, el país se embarcó en unas elecciones presidenciales con dos opciones: una de línea dura, la otra, reformista. Ganó Masoud Pezeshkian, el candidato reformista, que llega al poder con un Medio Oriente en tensión extrema.

Pezeshkian promete acercarse a Occidente, pero no prometió cambios radicales en la teocracia chiita de Irán en su campaña y desde hace tiempo considera al líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, como el árbitro final de todos los asuntos de estado en el país. Pero incluso los modestos objetivos de Pezeshkian serán desafiados por un gobierno iraní que todavía está en manos de la línea dura, la actual guerra entre Israel y Hamas en la Franja de Gaza y los temores occidentales de que Teherán enriquezca uranio a niveles cercanos a los de grado armamentístico.
Pezeshkian salió como ganador con 16.3 millones de votos contra los 13.5 millones de Jalili en las elecciones del viernes. En total, el Ministerio del Interior de Irán dijo que 30 millones de personas votaron en una elección celebrada sin observadores reconocidos internacionalmente.
Los partidarios de Pezeshkian, cirujano cardíaco y legislador de larga trayectoria, salieron a las calles de Teherán y otras ciudades antes del amanecer para celebrar.
“Querido pueblo de Irán, las elecciones han terminado y este es solo el comienzo de nuestra cooperación”, escribió Pezeshkian en la plataforma social X, aún prohibida en Irán. “El camino que tenemos por delante no será fácil, excepto con su compañía, empatía y confianza. Les extiendo mi mano y juro por mi honor que no los dejaré solos en este camino. No me dejen solo”.
La victoria de Pezeshkian todavía coloca a Irán en un momento delicado, con altas tensiones en Medio Oriente por la guerra entre Israel y Hamas, el avance del programa nuclear iraní y una inminente elección en los Estados Unidos que podría poner en riesgo cualquier posibilidad de distensión entre Teherán y Washington. La victoria de Pezeshkian tampoco fue una derrota rotunda para Jalili, lo que significa que tendrá que navegar con cuidado la política interna de Irán.
La primera ronda de votación del 28 de junio registró la participación más baja en la historia de la República Islámica desde la Revolución Islámica de 1979. Las autoridades iraníes llevan mucho tiempo señalando la participación como una señal de apoyo a la teocracia chiita del país, que ha estado bajo tensión tras años de sanciones que han aplastado la economía iraní, manifestaciones masivas e intensa represión de todos los disidentes.
Las autoridades estimaron la participación en la votación del viernes en un 49.6%, todavía históricamente baja para una elección presidencial iraní.
Quién es Pezeshkian, nuevo presidente de Irán
Pezeshkian, que habla azerí, farsi y kurdo, hizo campaña para acercarse a las muchas etnias de Irán. Representa al primer presidente del oeste de Irán en décadas, algo que la gente espera que ayude al país, ya que las personas de la parte occidental son considerados más tolerantes debido a la etnia y las religiones.
La elección se produjo en medio de tensiones regionales agudizadas. En abril, Irán lanzó su primer ataque directo contra Israel por la guerra en Gaza, mientras que grupos de milicianos armados por Teherán, como el Hezbollah libanés y los rebeldes hutíes de Yemen, participan en los combates y han intensificado sus ataques.
Irán también está enriqueciendo uranio a niveles cercanos al nivel de armas y mantiene un arsenal lo suficientemente grande como para construir varias armas nucleares, si así lo decide. Y aunque Jamenei sigue siendo el que toma las decisiones finales en materia de Estado, cualquiera que termine ganando la presidencia podría inclinar la política exterior del país hacia la confrontación o la colaboración con Occidente.
El príncipe heredero Mohammed bin Salman de Arabia Saudita, que ha alcanzado una distensión con Irán, envió sus felicitaciones a Pezeshkian, que destacó su "disposición a desarrollar y profundizar las relaciones que unen a nuestros dos países y pueblos". El presidente ruso, Vladimir Putin, que ha recurrido a drones de fabricación iraní en su guerra contra Ucrania, felicitó de manera similar a Pezeshkian.
Irán y las relaciones con EEUU (Biden o Trump)
La campaña del iraní también mencionó repetidamente lo que sucedería si el expresidente Donald Trump, que retiró unilateralmente a Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán en 2018, ganara las elecciones de noviembre. Irán ha mantenido conversaciones indirectas con la administración del presidente Joe Biden, aunque no ha habido un movimiento claro hacia la restricción del programa nuclear de Teherán para el levantamiento de las sanciones económicas.
Aunque se identificó con reformistas y moderados relativos dentro de la teocracia iraní durante la campaña, Pezeshkian al mismo tiempo honró a la Guardia Revolucionaria paramilitar de Irán, en una ocasión vistiendo su uniforme en el Parlamento. Criticó repetidamente a Estados Unidos y elogió a la Guardia por derribar un dron estadounidense en 2019, diciendo que "asestó un fuerte puñetazo en la boca de los estadounidenses y les demostró que nuestro país no se rendirá".
Más de 61 millones de iraníes mayores de 18 años estaban habilitados para votar, de los cuales unos 18 millones tenían entre 18 y 30 años. El difunto presidente Ebrahim Raisi, que murió en un accidente de helicóptero en mayo, era visto como un protegido de Jamenei y un posible sucesor como líder supremo.
Aun así, muchos lo conocían por su participación en las ejecuciones masivas que Irán llevó a cabo en 1988 y por su papel en la sangrienta represión de la disidencia que siguió a las protestas por la muerte en 2022 de Mahsa Amini, una joven detenida por la policía por supuestamente llevar indebidamente el pañuelo obligatorio en la cabeza, o hijab.
Mira también: