Los barcos chinos que desafiaron a la Guardia Costera de EEUU en un peligroso incidente en alta mar

Mientras China disparaba misiles al mar frente a Taiwán para protestar por la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a varias miles de millas, en el océano Pacífico, se estaba cocinando otro choque con implicaciones geopolíticas muy peligrosas.

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Video Pescadores latinoamericanos se quejan por las actividades irregulares de barcos chinos

Mientras China disparaba misiles al mar frente a Taiwán para protestar por la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, se estaba cocinando otro choque como implicaciones geopolíticas muy diferentes en otro rincón del océano Pacífico.

A miles de millas de distancia, un barco de la Guardia Costera fuertemente armado se había acercado a una flota de unos cientos de pesqueros de calamar chinos, no lejos de las Islas Galápagos de Ecuador.

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Su misión: inspeccionar las embarcaciones en busca de signos de pesca ilegal, no declarada o no reglamentada.

Abordar barcos en alta mar es una herramienta perfectamente legal, aunque poco utilizada, disponible para cualquier país como parte del esfuerzo colectivo para proteger las poblaciones de peces amenazadas de los océanos.

Pero en este caso, tres de los capitanes chinos hicieron algo inesperado, se alejaron a toda velocidad. Y uno giró agresivamente 90 grados hacia el guardacostas James, lo que obligó al buque estadounidense a tomar medidas evasivas para evitar ser embestido.

“En su mayor parte, querían evitarnos”, dijo el teniente de la Guardia Costera Hunter Stowes, el oficial del cumplimento de la ley de más alto rango en el James. “Pero pudimos maniobrar de manera efectiva para que estuviéramos seguros todo el tiempo”.

Aún así, la confrontación en alta mar representó una violación potencialmente peligrosa del protocolo marítimo internacional que Estados Unidos considera un precedente preocupante pues ocurrió en la primera misión de la Guardia Costera contra la pesca ilegal en el Pacífico oriental.

AP reconstruyó los detalles del incidente del que no se había informado con fuentes de la Guardia Costera y seis funcionarios no militares de EEUU que hablaron de la operación con mayor detalle pero solicitaron el anonimato para evitar poner en peligro un proceso multilateral que busca obligar a China a sancionar a los barcos.

Por su parte, diplomáticos en China acusaron a los estadounidenses de actuar de manera inapropiada, aunque no proporcionaron su propio relato detallado.

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La alarma en América Latina por la flota pesquera china

El viaje sin precedentes de la Guardia Costera fue consecuencia de la creciente alarma de activistas y gobiernos de América Latina sobre las actividades de la flota pesquera de altura china, la más grande del mundo.

Desde 2009, el número de barcos con bandera china avistados pescando en el Pacífico sur, a veces durante meses, se ha multiplicado por ocho, a 476 el año pasado.

Mientras tanto, sus capturas de calamar han aumentado de 70,000 toneladas a 422,000, un nivel de pesca que algunos científicos temen que sea insostenible incluso para una especie resistente.

Como se reveló en una investigación de AP-Univision el año pasado, la flotilla china incluye a algunos de los peores infractores de la industria pesquera, con grandes antecedentes de abuso laboral, pesca ilegal y violaciones de la ley marítima.

Los chinos han llegado a las aguas oceánicas alrededor de las Américas, donde Estados Unidos ha dominado durante mucho tiempo, después de agotar los recursos pesqueros más cercanos y en medio de una carrera cada vez más feroz entre las dos superpotencias para asegurar el acceso a los recursos naturales cada vez más escasos del mundo.

La patrulla de pesca ilegal, que se llevó a cabo durante 10 días en agosto, inicialmente no se hizo pública. Solo un mes después, la Guardia Costera emitió un breve comunicado celebrando la misión junto con fotos de dos barcos que abordó con éxito.

Pero no mencionó el caso de los tres que se dieron a la fuga ni dio ninguna pista sobre la nacionalidad de los barcos, una postura que mantuvo la Guardia Costera en sus conversaciones con la AP.

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La protesta de China por las patrullas de la Guardia Costera

Pero el incidente no pasó desapercibido en China.

En cuestión de días, Pekín lanzó una protesta formal por escrito, según funcionarios estadounidenses. Además, el tema se planteó cuando el embajador de Estados Unidos, Nicholas Burns, fue convocado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de China para una reunión de emergencia sobre la visita de Pelosi a Taiwán, reveló uno de los funcionarios.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de China le aseguró a AP que tiene tolerancia cero con la pesca ilegal y agregó que Estados Unidos está incumpliendo las normas internacionales al realizar inspecciones no autorizadas que no siguen los protocolos de covid-19, lo que podría poner en riesgo la vida de los marinos.

El comportamiento de Estados Unidos es inseguro, opaco y poco profesional”, dijo la cancillería china en un comunicado enviado a la AP. “Exigimos que la parte estadounidense detenga sus peligrosas y erróneas actividades de inspección”.

La Guardia Costera cuestiona esa afirmación y argumenta que todos los miembros del equipo de abordaje, además de estar vacunados, usaban máscarillas, guantes y vestían manga larga.

El gobierno de Joe Biden también reportó las posibles violaciones descubiertas en los dos barcos que inspeccionó la Guardia Costera a la Organización Regional de Manejo Pesquero del Pacífico Sur (SPRFMO, en inglés), un grupo de 16 miembros, incluidos China y EEUU que busca garantizar la pesca sostenible.

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Una de las acusaciones más serias es contra el Yong Hang 3, un buque de carga refrigerada utilizado para transportar pescado de regreso a China para que los barcos más pequeños puedan permanecer en el agua por períodos más largos, que estaba entre las que huían de la patrulla de la Guardia Costera, desobedeciendo las órdenes directas de cooperar de las autoridades marítimas de Panamá, cuya bandera llevaba.

Para hacer menos evidentes sus actividades, algunos buques, especialmente los de carga refrigerada, a menudo vuelan bajo otras banderas, pero su nombre, administración y atracadero están en China.

En última instancia, si la historia sirve de guía, es poco probable que el gobierno comunista de China castigue a una flota de 3,000 barcos de pesca en alta mar que considera una extensión de su creciente poderío naval y que promueve con generosos préstamos estatales y subsidios al combustible.

La misión de patrulla de la Guardia Costera fue planeada meticulosamente, según el teniente Stowes. Estados Unidos advirtió a responsables del sector pesquero hace más de un año que tenía la intención de realizar abordajes en el área y presentó documentos que mostraban imágenes de las insignias que llevaría la tripulación, así como la bandera a cuadros azul y blanca que izaría el buque.

Otros cinco países, incluidos Chile y Nueva Zelanda, han presentado iniciativas similares en el marco de las reglas que permiten a los miembros que pescan en el Pacífico sur inspeccionar los barcos de los demás.

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Solo el hecho de que estemos allí y hagamos los abordajes realmente envía un mensaje”, dijo Stowes.

Las inspecciones en el mar se consideran una herramienta vital para verificar que los que faenan estén siguiendo las reglas con respecto al uso de trabajo forzado, aparejos peligrosos para el medio ambiente y la pesca de especies amenazadas como los tiburones.

China ha bloqueado repetidamente los esfuerzos para fortalecer los procedimientos de inspección en el Pacífico Sur. El ejemplo de obstruccionismo más reciente tuvo lugar el año pasado, cuando Pekín argumentó que los pescadores estarían en riesgo si las patrullas en el mar pudieran portar armas de fuego.

Las reglas adoptadas por unanimidad en 2011 están guiadas por el Acuerdo de 1995 sobre las Poblaciones de Peces, un tratado de Naciones Unidas que permite a los inspectores usar fuerza limitada para protegerse.

En una señal de cómo la rivalidad geopolítica puede estar aumentando desde el incidente del Pacífico, un funcionario le dijo a AP que el Departamento de Estado envió una nota diplomática redactada con severidad recordando a Pekín sus obligaciones internacionales, así como el largo historial de abusos laborales y de violaciones de su flota de pesca de altura.

La administración de Biden también sopesa si buscar que los barcos chinos infractores sean vetados y se les prohíba regresar al Pacífico sur en una próxima reunión en Ecuador de la SPRFMO.